(2) Email escrito el 19 de abril de 2016

Hola hijas mías,

Nos han separado. Mamá ya no quiere estar más conmigo, por sus motivos personales, y yo he tenido que irme a vivir a una casa de alquiler.

No sabéis lo que estoy sufriendo. Os echo muchísimo de menos.

Mamá ha decidido poner fin a nuestro matrimonio, y aunque en teoría más o menos nos vemos casi todos los días, os echo terriblemente en falta.

Mi bebé... Prácticamente desde que naciste he estado cuidando de ti, dándote biberones, cambiándote pañales, durmiéndote en mis brazos, y jugando contigo a hacerte cosquillas... Mi niña.

Y mi niña... casi 7 años acompañándote a la cama, leyéndote un cuento, y abrazándote fuertemente por la espalda, para que cada noche, a la hora de dormirte, te sintieras arropada, querida y cuidada.

Echo mucho de menos abrazarte fuertemente y ponerte la mano en la barriga al dormir.

Teníamos una mala racha... No estábamos bien, pero yo jamás hubiera roto nuestra familia. Jamás. Nunca.

Todavía es muy pronto, y no tengo fuerzas para más que sobrellevar el día a día. Me he esforzado, lo he dado todo por vosotras, y ahora de repente, desterrado de nuestra familia.

Os veo casi todos los días, pero he pedido más de la mitad del tiempo que pasaba con vosotras... Las cenas, las noches en el sofá, el momento de ir a dormir...

Me siento roto por dentro. Todavía no asimilo la dimensión de lo que supone esto.

Jamás hubiera pensado que podría verme en una situación así. Tengo miedo del futuro. Tengo miedo de que os olvidéis de mi. Os quiero. Os amo. Os necesito.

No tengo fuerzas para seguir escribiendo. Conforme os vayáis haciendo mayores intentaré devolveros todos estos ratos, abrazos y besos que nos han robado.

Os quiere,
Papá.

Comentarios