(3) Email escrito el 4 de mayo de 2016
Hijas mías,
Nos han separado.
Me han echado a otro pueblo, solo, sin conocer a nadie.
Me puso mis cosas en bolsas de basura y me urgió a que me fuese.
Todo con un trato hostil, duro, doloroso.
Se dejó llevar por la diversión de WhatsApp, de Facebook, de las amistades poco recomendables y con escasos principios.
Nuestra relación exigía sacrificios, que no ha estado dispuesta a mantener.
Ahora tiene lo que quiere. Libertad para salir por las noches a bailar, y todo lo que conlleva el mundo de la noche.
Es lo que quería. Yo he luchado todo lo posible. Yo nunca hubiera roto la familia.
Mis niñas. Todas las noches os daba todo el cariño que un padre puede dar.
Todos los sacrificios han sido en vano. Todos los viajes, la distancia, el esfuerzo por cuidaros y daros todo el amor que tengo hacia vosotras.
Le han enseñado un mundo más divertido, menos comprometido. Y se ha ido.
A las pocas semanas de todo esto, me pide que mientras ella tenga vacaciones, esté yo con vosotras, porque ella quiere operarse para aumentarse el pecho.
Os podéis imaginar sus prioridades. Y lo que va a ser a partir de ahora.
Siento mucho que tengáis que pasar por esto, y por lo que está por venir.
Papa os quiere de una manera que no podéis imaginar, y que solamente comprenderéis si un día sois madres.
Yo aquí solo, sintiéndome roto por dentro. Pero luchando día a día por llevar adelante una empresa, y por intentar ser la persona que os merecéis como padre.
Os quiero, sois mi razón para cada día empezar con la mejor de las intenciones.
Os quiero incondicionalmente. Por encima de todo y sobre todo.
Papa.
Nos han separado.
Me han echado a otro pueblo, solo, sin conocer a nadie.
Me puso mis cosas en bolsas de basura y me urgió a que me fuese.
Todo con un trato hostil, duro, doloroso.
Se dejó llevar por la diversión de WhatsApp, de Facebook, de las amistades poco recomendables y con escasos principios.
Nuestra relación exigía sacrificios, que no ha estado dispuesta a mantener.
Ahora tiene lo que quiere. Libertad para salir por las noches a bailar, y todo lo que conlleva el mundo de la noche.
Es lo que quería. Yo he luchado todo lo posible. Yo nunca hubiera roto la familia.
Mis niñas. Todas las noches os daba todo el cariño que un padre puede dar.
Todos los sacrificios han sido en vano. Todos los viajes, la distancia, el esfuerzo por cuidaros y daros todo el amor que tengo hacia vosotras.
Le han enseñado un mundo más divertido, menos comprometido. Y se ha ido.
A las pocas semanas de todo esto, me pide que mientras ella tenga vacaciones, esté yo con vosotras, porque ella quiere operarse para aumentarse el pecho.
Os podéis imaginar sus prioridades. Y lo que va a ser a partir de ahora.
Siento mucho que tengáis que pasar por esto, y por lo que está por venir.
Papa os quiere de una manera que no podéis imaginar, y que solamente comprenderéis si un día sois madres.
Yo aquí solo, sintiéndome roto por dentro. Pero luchando día a día por llevar adelante una empresa, y por intentar ser la persona que os merecéis como padre.
Os quiero, sois mi razón para cada día empezar con la mejor de las intenciones.
Os quiero incondicionalmente. Por encima de todo y sobre todo.
Papa.
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