(19) Audio grabado el 6 de julio de 2016
Hola hijas mías.
Os acabáis de ir con vuestra madre.
Mi niña mayor hoy estabas enfadada porque no te he puesto la merienda que querías.
Estabas durmiendo, y he tenido que romper tu siesta para daros una ducha, la merienda, y llevaros con vuestra madre.
Odio que estos absurdos horarios impuestos, rompan vuestra vida normal... ¿Por qué si una niña está haciendo una siesta, se le tiene que despertar de repente, cortar su sueño y su descanso, y ducharle y prepararle para una despedida forzada?
Lo odio.
Yo me quedo roto cuando os váis. Y si además, la despedida es triste y entre lágrimas, como hoy, me quedo peor.
Hoy me ha llamado la abogada, diciéndome que la sentencia de divorcio ya ha salido en firme y aprobada por el juzgado, con lo que muy a mi pesar, oficialmente ya estamos divorciados.
Cada día tengo más claro que ella no va a volver. A veces la mente te juega malas pasadas, y sueña con que esto sea un mal momento, una mala eṕoca. Pero enseguida mi mente racional me dice que esto no tiene marcha atrás.
Vuestra madre pasa mucho tiempo con su mejor amiga. Ya sabéis quién es. Una persona también divorciada, con una vida y familia bastante desestructurada, y estoy seguro de que está muy influenciada por sus malos consejos, para animarle a que haya hecho lo que ha hecho, y que siga por ese camino...
A mi ahora me preocupa mucho mi relación con vosotras. Por dentro estoy destrozado en mil pedazos, y temo que este estado mio lo percibáis en mi ánimo, en mi carácter.
Hija mía... ¿Te acuerdas de la casa de los caracoles? Era una simple boca de riego de una acequia de un campo del pueblo... pero pusimos allí algunos caracoles, y la convertimos en "la casa de los caracoles". ¿Te acuerdas de los "Fantasmikos"?
Cuántos recuerdos...
Tengo miedo de que todo eso se pierda. Se vaya diluyendo poco a poco, por todo el tiempo que no pasamos juntos debido a ese desastre que nos han hecho.
Sigo en un estado mental muy muy delicado. Cada día es una lucha contra el reloj por sobrevivir mentalmente.
Tuve que marcharme para asegurarme la custodia compartida. El máximo tiempo posible con vosotras. Tuve que hacerlo. Si no me hubiera marchado, hubiera estado a merced de sus locuras, y quién sabe en qué situación legal me encontraría ahora...
Os quiere,
Papá.
Comentarios
Publicar un comentario