(20) Audio grabado el 10 de julio de 2016


Hola hijas mías.

Hoy es domingo. Son las 5:40 de la mañana.

Anoche os llamé para daros las buenas noches como siempre. Casi no pude hablar con vosotras. Había mucho ruido y jaleo en casa de vuestra madre.

¿En qué se ha convertido nuestra casa?

Un hogar en el que yo intentaba poner educación, valores, rutinas, horarios, orden..., amor y sentimiento de familia.

Vuestra madre siempre tiene la casa llena de gente. Su amiga, y otra gente...

Todos los fines de semana organiza cenas. Beben mucho vino. Tiene una caja de botellas de vino blanco en el garaje. Lo vi. Vino blanco de aguja espumoso. No recuerdo la marca. Creo que era "Marina Alta".

No sé qué tipo de conversaciones, y en qué tono, tenéis que escuchar. No sé que tipo de ejemplo estáis viendo.

De repente, me han echado de casa, y no sé que influencias estáis teniendo, como niñas pequeñas que sois.

Cuando conocí a vuetra madre, ella y su amiga, cada noche se iban con un hombre diferente. Sé quién es su amiga. Sé cómo piensa, y sé cómo habla.

Me duele no poder hacer nada, no poder influir en la educación y ejemplo de mis hijas, de vosotras.

Sé que no es apropiado para vosotras. Sé que no es lo que quiero para vosotras.

No sé si todo esto os hará tener una educación que yo ya no pueda recuperar... Yo intento daros una vida normal de familia. Sois muy pequeñas, y vais a ver y a eschuchar muchas cosas inapropiadas.

Yo conozco a los hijos e hijas de la amiga de vuestra madre. Sé a lo que estáis expuestas.

He quedado relegado de vuestra educación, y de mi casa.

No sé lo que estáis viendo y escuchando. No puedo hacer nada. Yo solo puedo hacer lo que creo correcto en el tiempo que estáis conmigo.

Me echaron de una manera tajante y dura. No dudó ni un solo momento de todo el proceso, mientras tenía que ver durante días todas mis cosas metidas en bolsas de basura.

No reparó ni un solo segundo en cómo me podía sentir yo por dentro. Ni un solo momento.

Me equivoqué al escoger la persona, y confiar en ella. Por favor, no os equivoquéis vosotras al escoger a vuestra persona.

El dolor es tremendo. No visualizo la manera en la que voy a recomponer mi vida.

Siento rabia e impotencia de no poder hacer nada para evitar que tengáis que ver y vivir esas situaciones.

Lleno de rabia. Atado de pies y manos.

Tengo que sacar fuerzas de donde os aseguro que ahora mismo no las hay, y seguir.

No hay elección. Seguir.

Por vosotras.


Comentarios