(24) Audio grabado el 17 de agosto de 2016
Hola hijas mías.
Hoy es miércoles. Un día después de tu séptimo cumpleaños. Hoy ha sido un dia divertido. Hemos queadado con un amigo mío y su hija para ir a la piscina, y lo habéis pasado genial. Me alegro mucho de daros esos momentos.
A la noche, me ha llamado vuestra madre llorando. Me decía que estaba mal, que se encontraba mal. Por nosotros. Por ella y por mi.
Me decía que estaba llorando en la cama. Le pedí que me hablara, que me contase lo que le pasaba.
Dentro de mi sentí la necesidad de ayudarle, de alegrarle, de hacerle feliz. Le dije que rápidamente íbamos con ella, a estar a su lado. Para lo que necesitara.
He aparcado en su puerta, y he comenzado a tocar el timbre. Ella no abría la puerta. Yo no me he rendido, y he seguido tocando el timbre insistentemente. Tenía muy claro que de allí no me iba a marchar sin verle, sin ayudarle.
Después de un largo rato, bajó de la habitación, abrió la puerta, y dijo: "¿Por qué vienes a molestarme?".
- "No puedo verte llorar. Quiero que estés bien y ayudarte".
Durante el camino a su casa, yo estaba ilusionado. Creía que le haría muy feliz.
La situación ha sido muy diferente. Me ha preguntado que para qué habíamos ido y que le estábamos molestando.
A continuación, le he dicho que me contase lo que sentía, lo que fuera, que se desahogara.
- "No quiero que las niñas oigan esto, no quiero quedar yo siempre como la mala".
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Me ha dicho que no puede. Que no puede ni quiere intentar recuperar nuestra relación. Que habíamos estado dos días o tres bien, a gusto, pero que no sentía nada especial y que no quería intentar nada.
Le he dicho que era normal, que teníamos dos niñas pequeñas, y que esto no era como cuando dos personas se conocen, salen a cenar, festean... Salen despreocupados, y se lo pasan bien...
Nosotros tenemos dos hijas, una familia, y no podemos dejar a las niñas a un lado para irnos a festear como adolescentes. Podemos hacerlo en alguna ocasión, pero no siempre.
Tenemos dos hijas pequeñas, una familia.
Yo soy el padre, y lo que tu estás pidiendo, te lo va a dar cualquier otro hombre que no sea yo, que no sea el padre de tus hijas. Porque el padre de las niñas, nunca va a dejar de lado a sus hijas.
Tú lo que quieres ahora es una relación de disfrute, sin todas las "cargas" que supone una familia.
Me dijo que no podía. Que todo lo que hacía le molestaba. Ella estaba escuchando verdades, pero dentro de su mente jamás las reconocería como tales, puesto que necesita una justificación para ir a por lo que quiere.
Eso de que todo lo que hago te molesta, es la manifestación de tu rabia, por no estar haciendo lo que deseas...
"Si hubiera un interés sincero por tu parte, harías lo posible y lo imposible, y estarías contenta con mi simple presencia".
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Ella ha descubierto que quiere ese tiempo en el que no tiene hijas. El tiempo en el que estáis conmigo. ¿Doloroso verdad? El hecho de ser vuestro padre, me excluye automáticamente de ser su pareja. Su novio, su amante.
Soy el que os tiene, mientras ella vive como si no tuviera hijas.
Sinceramente, creo que se le ha quedado grande el ser madre, y en un alarde de egoísmo extremo, ha cortado las cabezas que era necesario cortar, para conseguir el tipo de vida que quería.
Arreglarse, lucir pechos nuevos talla extra grande, conseguir hombres, hombres, y más hombres...
Tener un fin de semana libre de cada dos, para salir como si no hubiera un mañana.
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Un adiós seco y frío, ha sido la despedida para la tarde en la que yo, corría a salvar a la persona que amo, para recibir otra puñalada al corazón.
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Ella es muy sociable. Cara a los demás, muy simpática, alegre, decidida y entregada. Sabe hacerse muy bien con la gente.
La gente le responde muy bien, su físico ayuda mucho, sobre todo con el género masculino... Pero siempre desconfié de las personas excesivamente entregadas. De las personas que no se muestran realmente. Que se preocupan de mostrar una cara increíblemente amigable.
No son verdad.
Aquí acaba el teatro que organizó ella misma de "volver a intentarlo".
Nunca confié en ello, pero... ¿Qué podía hacer? ¿Qué hubierais hecho vosotras?
Yo lo he intentado todo. Pero ella ya no es ella.
Es otra persona.
Solamente preocupada por gustar. Por estar atractiva y sexy. Por recabar miradas. Por ser aceptada en el círculo de su trabajo...
Qué falta de personalidad más grande.
Su familia se acabó.
La mató.
Y vosotras, sois dos niñas que cuidar, en los ratos que le toca.
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