(30) Audio grabado el 10 de octubre de 2016

Hola hijas mías.

Son las 15:45, y salgo de Valencia, para ir al pueblo a recogeros del colegio y de la guardería, como todas las tardes.

Tengo muchas ganas de veros. Muchísimas.

Ayer comí con un amigo. Ya sabéis, el papá de vuestra amiguita que vive en Madrid.

Me dijo, que había visto a vuestra madre en una página de citas por internet.

Me puse a llorar en plena comida.

Le pedí que por favor me enseñara su perfil en esa página...

Antes ponía que quería "hombres con ojos verdes y musculados"...

Ahora lo ha cambiado, y pone que quiere "hombres altos".



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Habrá tenido varias citas con hombres que no daban la altura requerida por ella, y sus largos tacones.


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Por fin sé por qué vuestra madre no os llama los viernes por la noche.

Esos viernes que, aun siendo su semana, y que por lo tanto deberíais estar con ella, yo me quedo encantado con vosotras, porque se supone que los sábados ella madruga y trabaja.

Pero no.

Ella aprovecha esos viernes noche sin vosotras, para tener esas citas casuales, que imagino algunas de ellas acabarán con otro en la que era mi cama (*).

(*) Al tiempo de grabar este texto, yo este aspecto no lo sabía, pero lo intuía. Lo imaginaba... Posteriormente, una persona con la que tuve una estrecha relación, me confirmó que efectivamente, así era...


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No queda otra que seguir adelante. No hay elección.

Quieres rendirte.

Pero ni debes, ni puedes.

Por vosotras.

Me duele.

Me duele muchísimo.


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Nos vemos en media horita.

Os recojo, y nos quedamos un ratito en el polideportivo, para que juguéis con vuestros amigos.

Os quiere,

Papá.