(32) Audio grabado el 6 de noviembre de 2016

Hola hijas mías.

Hoy es domingo. El frío ha llegado.

El otro día, en el momento de llevaros con vuestra madre a las 20:00, para dormir, vuestra madre quiso hablar conmigo.

Con su falta de educación habitual para hablar, su tono rabioso y enfadado.

Yo intenté calmarle. Me mostré amable y educado. Conciliador.

Le pregunté si podía ayudarle en algo.

La puerta blanca se volvió a cerrar.

Y me fui a mi casa.


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Al poco tiempo, ella me envió un mensaje, preguntándome si quería cenar con vosotras.

Me quedé un rato pensando.

Pero acepté.


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Pasé la noche con ella.

No le estarán dando fruto sus encuentros con otros hombres.

Y qué no haría yo por recuperar a mi familia. Por recuperarle a ella.


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Esto, ha dado pie a que quedemos un par de veces más, con vosotras, para pasar tiempo juntos.

Hoy me ha pedido que te ayude en tu primer examen, que ella no sabía.


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Estando allí, en casa, no paraban de sonarle notificaciones en el móvil, que son de aplicaciones de buscar pareja.

Es estúpido hasta describirlo, pero eran sonidos como de una flecha, de un flechazo.

Le pregunté qué era eso...

Me dijo que yo tenía que vivir el momento. Que tenía que conocer gente.

Que ella lo estaba haciendo.

Que queda con gente, toman algo...

Todo eso es mentira, porque esas aplicaciones sirven para tener encuentros sexuales básicamente.

Le dije que qué estaba haciendo... quedando conmigo, quedando con otros... picando de aquí, picando de allá...

Me dijo que viviera el momento, que disfrute el presente, que no piense en nada.

Que ella puede hacer lo que quiera. Que este sábado sale otra vez por la noche.

Yo le dije que no soy una persona cualquiera. Soy tu marido, y el padre de nuestras hijas.

Soy la persona que ha convivido contigo 9 años, y juntos hemos formado una familia y comprado una casa.

No soy cualquier persona.



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¿Crees que puedo estar aquí, estudiando con nuestra hija para un examen, dando la cena a mi otra hija pequeña, ayudándote con todo, y que mientras, en tu móvil estén llegando mensajes de hombres que quieren acostarse contigo?

Y que me reconozcas que vas a quedar con ellos, porque quieres pasarlo bien y vivir el momento...

¿Y las dos niñas que están en el salón, cenando y viendo la tele, ajenas a todo?

¿Quién crees que soy yo? ¿Crees que yo puedo asimilar esto?

¿Qué crees que siento yo?


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Nos abrazamos. Nos besamos.

Nos veo a los cuatro juntos, y sueño con que nada de esto hubiera pasado.

Pero el nudo del estómago no se va. Sigue ahí.


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Hoy estás abrazándole.

Hoy estamos cuidando de vosotras dos.

El sábado ella estará con otro.

O con otros.

La cabeza y el corazón me estallan.

Tienes que salir de la casa. A la calle. A respirar aire.

A comprobar que el suelo sigue abajo, y el cielo sigue arriba.

Porque ya no crees que nada de esto sea real. Que nada de esto pueda estar pasando.



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Cuando ella me dice "ven a casa", me ilumino.

Luego, compruebo la realidad, y vuelvo a morir.

Estoy harto de darme cabezazos contra un muro.


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Os quiero.

Estáis increíblemente guapas las dos.

Mucha suerte con tu primer examen de Naturales.

El tema es "El cuerpo humano".

Seguro que lo haces genial.



Os quiere,

Papá.