(50) E-mail escrito el 22 de mayo de 2018

Todo el día esperando el momento de llamaros por la noche, para que me cuentes tu excursión del colegio, y el día en clase.

Para que luego no quieras hablarme. 

Y tu madre no dejarme veros. 

Ni siquiera te hacía ilusión contarme la excursión.... 

Os crié desde que nacisteis. Día tras día. Noche tras noche. 

Todo mi amor y mis esfuerzos han sido y son para vosotras. 

Desconozco todo lo que vuestra madre os haya podido hablar mal de mi. No puedo saberlo ni hacer nada.

Ni voy a estropear vuestra felicidad hablando de ello con vosotras. 

Pero os juro que jamás podréis imaginar el dolor que siento. Muy profundo. Agónico. 

Os quiero muchísimo hijas mías.

Os quiero muchísimo.

Papá.