(56) E-mail escrito el 17 de julio de 2018

Hola hijas mías, 

Quería explicaros cómo agoté mis ahorros conseguidos en más de 15 años de trabajo.

Desde que tenías dos años (hija mayor), y hasta que tú tenías tres (hija pequeña), es decir, aproximadamente durante 7 años, yo decidí no trabajar por las tardes, para cuidar de vosotras.

Tuve la oportunidad, y decidí hacerlo. 

Evidentemente, durante todos estos años, gastaba más al mes de lo que ganaba.  Al trabajar menos horas al día, ganaba menos dinero.

Es algo que hacía encantado, porque la otra opción era pagar a una niñera entre los dos, pero yo quería que estuvierais cuidadas o por vuestro padre o vuestra madre. 

Erais tan pequeñitas. Necesitaba saber que estabais bien. 

Yo asumí la pérdida económica íntegramente, ya que jamás pensé lo que estaba por venir. 

Pensé que tenía la oportunidad de hacerlo, y aunque perdiera dinero, o tuviera que gastar los ahorros, vosotras estaríais bien cuidadas y felices, y vuestra madre podría seguir con su horario de trabajo habitual.

Son cosas que haces porque puedes, porque quieres, y porque piensas que es un bien para la familia. Hoy pongo yo de mi parte, pues mañana ya pondrás tú de la tuya. Hoy por tí, mañana por mi.

Ni por asomo era consciente de lo que me harían después.

Son cosas que haces porque quieres, y por amor a vosotras. 

Lo que jamás imaginé, es que después de haberlo dado todo por vosotras, me echarían de mi hogar y me separarían de lo que más quiero.

Es tan injusto. Tan injusto y doloroso. 

Yo lo hice por amor a vosotras. 

Ahora no tengo nada. Pero estoy orgulloso de saber que yo os cuidé y crié en lo más frágil de vuestras vidas. 

Os quiere Papá.