(64) E-mail escrito el 21 de septiembre de 2018


Hola hijas mías,

Nadie hizo lo que debía....

Vuestra madre rompió una familia que lo tenía todo, condenándome a mi y a vosotras a una vida de problemas innecesarios que arrastraremos el resto de nuestras vidas por puro egoísmo inmaduro.

Jamás pensó en vosotras, ni por supuesto en mi. Solamente pensó en sus deseos egoístas de una vida llena de actitudes muy criticables a nivel moral y ético... Pero eso no fue problema para ella. Disparó a bocajarro sin pensar en nadie más que en ella. Todavía recuerdo a la pobre pequeña en pañales (creo que acababas de cumplir un añito), entre viajes de intercambio, entre dos casas, y cambiándote los pañales en aseos de bares, parques, o el maletero de mi coche.

El trabajo estable que tenía durante 14 años, se esfumó cuando la empresa, pésimamente gestionada por una familia con muchísimo dinero arruinó completamente el negocio, en base a malas decisiones, y de meter gente de la familia cobrando altos sueldos, que ni hacían falta ni aportaban nada de valor. El resultado es una empresa con muchas reservas de dinero arruinada, y toda la plantilla de trabajadores despedidos, y la quiebra.

En un período de dos años, creo recordar, lo perdí todo. Mi trabajo estable de tantos años, y mi familia.

Toda la gente del pueblo, los padres de el que era nuestro grupo de amistades, todos con el tiempo me dejaron de lado... En cambio, sí que quedan con vuestra madre, e incluso la pareja sustituta que ocupa mi lugar... Sin importarles lo que hizo vuestra madre... sin mostrar ni una pizca de desaprobación.

Este verano que acaba de terminar, varias veces habéis quedado con varios padres de vuestras amistades (padres de Fiona, padres de Julia, padres de Abel...), para ir a la piscina, para ir al parque acuático... Siempre con vuestra madre y el que ocupa mi lugar.

Ahora bien, las semanas que estáis conmigo, NADIE me dice de quedar una tarde para ir a la piscina... Nadie llama en fin de semana....

Vamos a ver, ¿yo hice algo mal? Vuestra madre me echa de casa porque quería una vida de salidas nocturnas, y acostarse con infinidad de hombres, y al final sustituirme por algo más "divertido", ¿y nadie desaprueba nada? ¿todo el mundo le sigue la corriente y le ríe las gracias? ¿y yo totalmente apartado?

Con esas personas he compartido infinidad de horas de parque, de horas de Alameda, de horas de piscina, de tardes de cumpleaños... ¿Y se van con la asesina de familias?

Este año cumplo 40 años. Difícil edad para encontrar trabajo. Las condiciones laborales son que falta trabajo... y el que hay, mal pagado... Con estas edades ya no te contratan en ningún sitio.... Este tema me tiene muy preocupado. Tuve que dejar mi trabajo en mi empresa porque pasé un año con una depresión enorme, con ideas muy muy terribles rondando mi cabeza...

¿Pretende el mundo que cargue sobre mi la culpa de todo? Nadie hizo lo que tenía que hacer... Pero ojo, a mi se me pide que haga todo lo que tengo que hacer.... Que consiga un trabajo que no me deje tiempo ni para veros ni ayudaros con los deberes como es debido... Que gane dinero, y que pague.

Se me exige por parte de la vida que cumpla, y que lo haga todo solo, sin el cariño de nadie.

Nadie hizo lo que tenía que hacer, pero yo sí que tengo que hacerlo.

Pues mi mente está ya tan castigada, tan agotada, tan ansiosa y dolida, que no sé lo que podré hacer.

Nadie hizo lo que debía....

Pero yo, debo cumplir, y con el desprecio de todo el mundo.

Lo teníamos todo. Una casa preciosa, una familia preciosa... Tiempo para estar con vosotras....

Y ahora todo es un maldito infierno de horas de entrega y recogidas, de cosas divididas, de duplicar gastos (dos casas, dos vidas), de tener vosotras que manejar dos vidas en vuestras cabezas: cuando estáis con vuestra madre y cuando estáis conmigo.

Tenéis que guardar recuerdos, costumbres y conversaciones, y usarlas según con quién estéis. Tenéis que medir vuestras palabras, según estéis con vuestra madre o conmigo...

Es algo que hacéis involuntariamente... Os sale. Por no mezclar. Por no herir.

¿Por qué tenéis que vivir así la vida? Nunca lo olvidéis, porque ella no dudó en apretar el gatillo y matarnos a todos, para vivir su vida deseada.

Raramente tengo momentos felices. Es muy difícil sacar la injusticia de la cabeza y del pensamiento.

Solamente soy feliz cuando os veo felices y lo compartimos juntos.

Lo di, y lo doy todo por vosotras. Porque así tiene que ser y porque así quiero hacerlo. Yo ya estoy en un segundo plano.

Os quiero muchísmo.

Me encanta veros salir del colegio y que gritéis "¡Papiiiii!", y vengáis corriendo a mis brazos.

¿Qué puedo hacer más, que dedicarme a vosotras y a vuestra felicidad?

Os quiere,
Papá.


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