(70) E-mail escrito el 25 de noviembre de 2018


Os llamo por teléfono.

Contestáis brevemente, sin hablar ni contar mucho. Queréis acabar pronto la conversación... 

Qué relación padre-hijas..... Por lo menos por teléfono. 

Me duele. 

Pero sois muy pequeñas. Cómo os explico yo todo el daño que hizo ella...

Nos separó. Me echó. Todo para irse a acostarse con unos y con otros. Yo hacían todo lo que tenía que hacer. Me porté bien... Pero ella quería marcha. Cama. Discotecas. Alcohol y aventuras. 

Y además del dolor, debo aguantarme cuando veo el cariño que le tenéis. 

Ni un momento le tembló el pulso para romper mi vida entera y sacar a vuestro padre de casa.

Pero cómo os lo digo. No puedo. No debo. 

Llevo mucho soportado. Y seguiré. 

Muchas veces pienso si tanto esfuerzo será en vano. Si servirá para algo... 

Pero no puedo hacer otra cosa. Sois mis hijas. Os amo. 

Cuánto daño. 

Pero seguiré. Hace falta mucho más que esto para derrotarme.

Jamás. 

Os quiero. 


Comentarios