(77) E-mail escrito el 11 de marzo de 2019

Hola chicas, 

Hoy es lunes, no es mi semana, pero he llegado pronto de trabajar, y vuestra madre no había llegado todavía, así que he pasado a recogeros y de paso revisar los deberes.

Aunque hayamos pasado la semana pasada juntos, os echo de menos, y mientras llega vuestra madre de no sé sabe dónde, pues por lo menos estamos juntos y os veo, y así se me hace más corta la semana sin vosotras. 

Pues bien, vuestra madre ha venido diciendo que no quiere que os vea en la semana que no me toca, que no me meta en nada, que no tengo por qué ayudaros con los deberes,... y demás barbaridades. 

Cuando ha venido a por vosotras, he intentado hablar con ella, para ver por qué se comporta así, pero de malas maneras ha cerrado la puerta del coche diciendo que no tiene nada que hablar conmigo...

No entiendo tanta maldad. No le hace ningún mal que os recoja si llego primero, y os ayudo con los deberes, y os veo un poco...

No entiendo por qué se comporta así y me hace tanto daño. Yo no hago ni digo nada. Me dedico a cuidaros e intentar haceros felices, dentro de este desastre que nos ha hecho.

A mi me hace muchísimo daño. Lo sabe, y lo hace. Es mala.

Ahora mismo os estoy llamando, y tampoco coge el teléfono. No permite que hable con vosotras. 

No entiendo cómo una persona puede ser tan mala, y hacer tanto daño. 

Sois tan pequeñas que no podéis entender ni procesar nada de lo que está haciendo. Y se aprovecha de ello. 

No sé qué más decir... A veces siento que todo mi esfuerzo no vale la pena. Que la maldad acabará por hundirme y hacerme abandonar.... 

Pero jamás lo haré. Hasta el último aliento estaré ahí para vosotras. 

Cuánto dolor. Sabe que me hace mucho daño. Yo no hago nada malo. Mantengo el más absoluto silencio y distancia. 

No sé qué más decir. No lo sé. 

Solamente que os quiero muchísimo y que os echo mucho de menos. 

Un beso grandísimo para las dos. Hijas mías.

Sueño con el día en el que podamos vivir tranquilos sin este daño constante.

Os quiere,

Papá.