(81) E-mail escrito el 3 de mayo de 2019


Hola chicas,

Quizás os preguntéis por qué he accedido a perder la mitad de la casa, sin que se me compense económicamente de ninguna manera....

Pues bien: Por vosotras. 

Así lo acorde con vuestra madre el día que decidió matarme. 

Utilicé todo lo que estaba a mi alcance para poder estar con vosotras el máximo tiempo posible. 

Y lo que le dije a vuestra madre fue: quédate con la casa, quédate con  todo. Quédate con  la casa y todo lo que contiene, pero quiero estar con las niñas el máximo tiempo posible. 

Solo quiero a mis hijas. Todo lo demás.... Te lo quedas. No me importa nada.

Y así fue. 

Lo di todo por teneros el máximo tiempo posible.

Estuve pensando muchísimo sobre ello... Noches y noches sin dormir, despertándome en la madrugada angustiado. Perdí mucho peso.

Las opciones no eran muchas. Ella quería echarme de casa para tener otra vida. Semanas y semanas diciéndome diariamente que me fuese, que quería estar sola... Los típicos argumentos de quien no tiene el valor de reconocer sus verdaderos propósitos.

Sabía que si salía de mi casa, no volvería a entrar. Así que, debía pensar algo para dejarlo todo arreglado. Días y noches absolutamente angustiosos.

La decisión estaba tomada por su parte, así que yo sabía que si me negaba a un divorcio "de mutuo acuerdo", al día siguiente tendría una demanda de divorcio por su parte, y entonces yo ya no hubiese tenido ninguna capacidad de negociar.

Ella hubiera hecho lo que hubiera querido, que según la legislación, es que yo hubiera tenido que abandonar mi hogar, pero seguir pagando la hipoteca, y os hubiera podido ver un fin de semana de cada dos.

Es decir, mi desaparición completa de vuestras vidas.

Solamente tenía dos elementos de peso para ofrecerle una negociación, y solamente quería una cosa: El máximo tiempo posible con vosotras.

Los dos elementos que tenía para negociar eran:

- Darle la casa para ella. Al fin y al cabo, si no voy a vivir ahí, para qué quiero esa propiedad...

- La rapidez: Le ofrecía una salida rápida. Sin un proceso de divorcio contencioso (a malas), en el que tienes que esperar un juicio, una sentencia,... (hablamos de bastantes meses).


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Yo sabía que ella tenía mucha prisa por quitarme de en medio, y comenzar su nueva vida. Era mi única opción para conseguir lo que yo quería, la custodia compartida.

Así que le dije que si firmábamos un divorcio de "mutuo acuerdo" con custodia compartida, le daría la casa para ella, y lo tendría listo en unos pocos días.

Me duele llamarlo "divorcio de mutuo acuerdo", porque yo no quería divorciarme. Yo no estaba de acuerdo en nada de lo que estaba sucediendo, en nada de lo que me estaban haciendo...

Pero en situaciones como estas, siempre has de perder algo, para obtener lo que quieres.

Estaba obligado a ello. Cualquier otra opción hubiera sido desastrosa. Si me niego a firmar ese "acuerdo", ella me hubiera demandado solicitando el divorcio, me hubiera puesto en la calle, y se hubiera quedado con vuestra custodia, haciéndome desaparecer de vuestras vidas, siendo como erais tan pequeñas.


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Tuve que firmar mi salida de la casa. Tuve que firmar la pérdida de mi hogar. Tuve que darle el divorcio rápido que ansiaba, con tal de asegurarme lo único que me importaba: teneros el máximo tiempo posible.

Tuve que firmar sin querer firmar. Tuve que salir, sin querer salir.

Eso lo hizo ella sin temblarle el pulso en ningún momento. Un tiro a bocajarro en la sien. Muerto. 


Os quiere, 
Papá. 


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