(85) E-mail escrito el 24 de junio de 2019

Cada vez menos complicidad conmigo.

Cada vez más alejadas de mí. 

¿Todo por qué? ¿Porque vuestra madre está con un tío que tiene una hija? ¿Porque vuestra madre tiene a su jefa y grupo de trabajo que tienen niños?

La jefa de vuestra madre hizo todo lo posible y malmetió todo lo que pudo para que vuestra madre hiciera lo que hizo... 

Y yo no tengo nada. Todo el mundo me dio la espalda, pese a saber la tremenda injusticia y maldad que hizo conmigo.

Todo el esfuerzo en los estudios, en los deberes. En los exámenes... Para que el mérito se lo lleve otra persona... Para que nadie reconozca nada. A veces, pienso que ni siquiera vosotras. 

No me echáis en falta. No siento que lo hagáis. 

Cada vez más lejos. Más alejadas. 

No os culpo. Sois pequeñas. No tenéis juicio suficiente para ver todo lo que vuestra madre hizo, y me hizo. 

Me siento vacío. Solo. Vacío. Muy vacío. 

Lo he dado todo por vosotras. Sé que no tenéis capacidad de juzgar. Que sois muy pequeñas.

Pero perderlo todo. Arrebatado. Robado... Y que nunca vayáis a sentir la verdad. 

Seréis mayores, pero ya habrá quedado todo tan atrás, que no podréis analizar la maldad y egoísmo de vuestra madre. 

Yo os lo contaré... Pero quedará tan atrás... Que ni siquiera llegaréis a percibir ni una mínima parte del desastre. De la maldad. Del egoísmo. 

Siempre jugó con esa baza. Ella sabía que erais muy pequeñas para juzgarle.

En otros casos que he visto, en los que los hijos eran más mayores, he visto cómo dejaban de hablar a la parte que ha hecho daño. 

Pero no va a pasar. Ella sabía que no le pasaría a ella.

Todo el dolor, todo el daño, todas las pérdidas, para mí. 

Apartado de todo, por todos. 

Y no tengo ni el consuelo de contar con vuestro apoyo.

Lo entiendo. Sois muy pequeñas.

Pero me siento tan mal. Tan vacío. Me ahogo. 

En momentos como este, pienso en rendirme. En irme. En dejar de luchar. Pienso si tiene sentido la entrega de mi vida entera, a cambio de nada. 

Estoy cansado, harto, de sufrir tanto. 

Estoy harto de tanto dolor. 

Harto. 

Me atraviesa.

Me mata.