(96) E-mail escrito el 8 de octubre de 2019
Hola hijas mías,
Vengo hace un rato de la reunión de inicio de curso y objetivos del primer trimestre de tu clase de 5º de primaria.
Este año tienes nueva tutora, y se llama Alicia. Los cuatro cursos anteriores estuviste con Marina, y quería conocer a la nueva tutora, que parece una persona muy amable y accesible.
A esta reunión también ha ido vuestra madre. Aún así, no he querido faltar, por si se decía algo importante, o se daba alguna indicación sobre la manera de trabajar y estudiar.
La sensación al acabar la reunión... Es de rabia. De injusticia.
Ahora vuestra madre, viene y recoge los frutos que durante cuatro años he trabajado y peleado yo.
Ahora, cuando tú tienes unas notas estupendas, y eres de las alumnas mejor valoradas, tanto en conocimientos como en comportamiento, aparece vuestra madre sacando pecho (nunca mejor dicho) y presumiendo de hija.
Es injusto...
Mientras yo estudiaba contigo, ella estaba saliendo de discotecas.
Mientras hacía los trabajos del colegio contigo, ella iba de borrachera en borrachera.
Mientras siempre me esforcé por hacer todos los deberes contigo y que lo entendieras todo, ella se acostaba con tíos de sus salidas nocturnas, de Tinder y de POF (aplicaciones de citas de internet).
Y todo eso, mientras cuidaba de tu hermana, un bebé con pañales.
Sólo. Absolutamente sólo.
Cuatro cursos. Cuatro años.
Cuatro años educando, explicando, trabajando contigo, para que tuvieras el apoyo necesario, para que todo te fuera bien...
Y ahora aparece, como si nada, como si la cosa no fuese con ella, e interpreta su papel de madre, y recoge los frutos de cuatro años de trabajo en absoluta soledad.
Una persona que fue capaz de privarnos, a vosotras y a mi, por puro egoísmo, de lo más importante de todo: una familia.
El tiempo siempre avanza hacia delante... Imparable. Y cuanto más avanza, más atrás queda todo lo sucedido, y más a su favor juega la falta de memoria colectiva...
El tiempo le hace el favor de tapar y esconder sus actos... Ayudado por la corta edad que teníais y tenéis vosotras dos...
Es injusto que tanto sufrimiento quede enterrado por el paso del tiempo. Es injusto. Es, que ganen los malos. Y eso, nunca se debe permitir.
Yo por mi parte, hice todo lo que pude para ayudarte, y el año que viene, mi pequeña empieza primer curso de Primaria, y volveré a hacer lo mismo contigo, para que tengas una buena base y un buen apoyo.
Solamente me queda la tranquilidad de que hice lo que tenía que hacer, lo que había que hacer, y lo que quería hacer.
Ya da igual a quién le importe, ya da igual quién lo recuerde...
Solo importa que lo hice.
Os quiere,
Papá.
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