Por qué sé lo que hizo...

Sé que puede costar de creer lo que digo sobre lo que hizo vuestra madre.

También sé que ella os dará otra versión de los hechos.

Durante un tiempo de debilidad, yo también llegué a pensar que quizás podría tener ella algo de razón...

Pero tiempo después tuve un baño de realidad, que aun siendo doloroso, muy doloroso, era necesario.

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Era necesario para reafirmarme en que no estoy loco. En que no hice nada mal, o por lo menos, nada que mereciera lo que me hizo.

En que fue por puro egoísmo.

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Las casualidades del destino hicieron que tiempo después, yo tuviera una relación con una persona que estuvo acompañando a vuestra madre en sus salidas nocturnas de fin de semana, siendo testigo directo de todo lo que hacía.

Y aunque yo, le pedía a esta persona que por favor dejásemos eso atrás, que no quería hablar de esos temas, ella insistía en que debía conocer la verdad, para que no tuviera yo ningún sentimiento de culpabilidad.

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En su momento me dolió muchísimo, pero no os podéis imaginar cuánto, escuchar historias de vuestra madre.

Historias con fechas y lugares concretos. Con diálogos. Con hechos.

Muchas historias vividas directamente por esta persona, y con vuestra madre de protagonista.

Historias de una vida impropia de una madre.

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Es muy doloroso enterarte que 10 minutos antes de llevaros a su casa, salía por la puerta alguien que se había acostado con vuestra madre en mi cama, en mi casa.

Es muy doloroso saber que cuándo ella acudía tarde a su casa los domingos a las 20:00, hora del intercambio, venía de casa de otro. Pero no del "otro" anterior, sino de otro "otro".

Y así varias historias más, que no puedo escribir aquí, ni creo que os agrade conocer, ni por supuesto me agrade recordar.

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Fue muy doloroso escuchar todo aquello. Era como sentir un cuchillo atravesándote de arriba abajo, lentamente. Partiendo cada órgano de tu cuerpo.

Escuchar esas historias era morir de angustia.

Pero le agradecí a esa persona que me las hubiera contado.

Se lo agradecí, no por que quisiera conocer esos detalles, sino porque me liberaban de la duda. Del sentimiento del culpa.

Siempre pensaba en qué podía haber fallado yo.

Siempre pensaba si pude haber hecho algo más que no hice....

Escuchar todo aquello, me hacía sentir que yo no estaba equivocado. Y que todo lo que imaginaba o intuía, se confirmaba.

Con una testigo de excepción.

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Fue doloroso y liberador a partes iguales.

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Vuestra madre evidentemente rompió toda relación con esta persona.

Incluso llegó a insultarle y a verter malos comentarios sobre ella en varios ámbitos.

Ella sufrió mucho esos ataques, de la que en otra época era su compañera de salidas nocturnas a la discoteca.

Y yo, destrozado, ahí en medio de todo.

Fue una época muy difícil.

En esa época, y movida por la rabia, vuestra madre interpuso una demanda judicial para quitarme vuestra custodia, y que no pudiera veros más que un fin de semana cada 15 días, a parte de pedirme una cantidad inverosímil de dinero al mes.

Llenó una demanda con mentiras y hechos falsos... que recibí a las puertas de navidad.

Imaginaos cómo pasé yo esas navidades... recopilando pruebas que desmontaran sus mentiras, e intentando aprender sobre leyes y procedimientos judiciales.

Tuve que pagar un abogado, cuando casi no tenía recursos para vivir.

Durante el proceso, vuestra madre no quiso hablar, ni conmigo ni con mi abogado, para intentar llegar a un acuerdo amistoso.

Solamente cuando le llegó a su abogado mi contestación, y vio que todas sus mentiras quedaron desmontadas, propuso llegar a un acuerdo...

En fin, algo muy doloroso. Pero que defendí con todas mis energías como pude, para no perderos.

La demanda y mi contestación están guardadas. Si queréis verlas, cuando llegue el momento os las enseñaré y explicaré.

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Aun con todo lo pasado, siempre estaré agradecido a la persona que me contó lo que yo no podía ver ni confirmar.

Siempre estaré agradecido a la persona que me liberó de toda duda, que me quitó el peso de encima de dudar de mi mismo...

Ella no me dijo nada que yo no supiera.

Solamente concretó hechos, lugares, y actos.

Gracias.

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Chicas, no dejéis de luchar por lo que vosotras creéis.

Algunas veces estaréis equivocadas.

Otras, estaréis en lo cierto.

Pero siempre se debe defender lo que se piensa, y se debe actuar como se intuye que se debe hacer.

Las cosas, son casi siempre muy simples. La explicación más evidente suele ser la más acertada.

Haced caso a vuestro instinto, y luchad.


Os quiere,
Papá.

"Unas veces se gana,

y otras, se aprende"