(103) E-mail escrito el 14 de febrero de 2020
Hola hijas mías,
Quizás, cuando seáis mayores, os preguntéis por qué no podéis estudiar lo que queréis estudiar... Por qué no podéis disponer de opciones, que quizás amigas vuestras sí que tienen...
Llevo varios días dándole vueltas a esto. Un divorcio hace mucho daño en una economía familiar. Y más, cuando una de las partes solo piensa en su propio interés y egoísmo, y en vivir su vida al máximo, sin pensar en vuestro futuro.
Lo que hizo vuestra madre implica que:
- En lugar de tener que pagar y mantener una casa entre dos personas, se tengan que pagar dos casas (unos 400€ más al mes).
- Tener que disponer de dos vestuarios vuestros de ropa, uno para cada casa.
- Haber gastado unos 2.000 ó 3.000 euros en el proceso de divorcio (abogados, etc.).
- Haber gastado unos 10.000€ o más, en reconvertir la hipoteca y la propiedad de la casa para que se la quedase vuestra madre. (Perder una casa, un hogar, que tanto esfuerzo nos costó, no es algo que se acepta fácilmente).
- Tener que pagar, en mi caso 200€ al mes, a la mujer que os tiene mientras trabajo, cuando con los horarios de trabajo míos y de vuestra madre podrían combinarse perfectamente para no tener que recurrir tanto a su ayuda... Imaginad esa cantidad al mes, multiplicada por todos los años necesarios hasta que podáis quedaros vosotras solas en casa y tener llaves para poder entrar y salir para ir al colegio e instituto.
- Haberse gastado unos 3.000€ o 4.000€ en operarse las tetas, para hacer lo que hizo, y continúa haciendo.
Y más cosas del día a día, que se me escapan...
Todavía me acuerdo de recién divorciado y echado de casa, vuestra madre me consultó una cosa de su cuenta bancaria, y pude ver como recién operada de las tetas, se había gastado más de 300€ en lencería sexy, ropa interior, tangas, sujetadores...todo pagado a crédito con una tarjeta VISA.
Todo para sus encuentros sexuales, y para hacerse fotos explícitamente sexuales, y enviarlas a la gente con la que contactaba en las aplicaciones de búsqueda de pareja por internet.
Todo ese dinero.... Todos esos recursos.... Todo era para vuestro futuro. Para vuestros estudios. Para ayudaros en lo que pudieseis necesitar, que creedme, lo vais a necesitar. Porque si mi generación ya ha necesitado la ayuda de los padres, e incluso de los abuelos, vuestra generación la va a necesitar más si cabe.
Vuestra madre vive al día... sale, se va de escapadas, se compra ropa, sale de fiesta.... Nunca está, las semanas que estáis conmigo. No llama. No se preocupa. No pregunta. (Ni por cosas del colegio, ni cuando estáis malas,...). Yo aprovecho cualquier oportunidad, cualquier excusa, para pasar a veros y saber de vosotras.
Y ya veo lo que os va a decir cuando seáis mayores.... "Buscaos la vida, como yo me la busqué".
Todo eso, hablando solamente de lo económico... Si hablamos de organización, ya sabéis que llevo yo todo el peso de vuestra educación y apoyo en los estudios. Cuando tengo que estudiar contigo, tengo que distraer a la pequeña poniéndole vídeos de Youtube en el teléfono móvil (cosa que no es correcta), para que nos deje hacer los deberes o estudiar. Si no hiciera eso, no podría explicarte las cosas ni ayudarte a hacer los esquemas.
Y mi pequeña, tendría que estar más encima de ti, para enseñarte caligrafía y lectura, pero eso supone dejar de lado a tu hermana con sus deberes y exámenes...
Todo sería más fácil si estuviéramos juntos. Papá y mamá. Y cada uno con una.
Pero ya sé que eso no va a pasar, y yo no voy a abandonar. Podéis contar conmigo.
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En fin, no me dejaron elegir.
Me lo impusieron.
Y yo, con tal de teneros el máximo tiempo posible, lo di todo. Lo perdí todo.
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Hay días que me faltan las fuerzas, la motivación y la ilusión. Es tan injusto... A parte, todo el dolor emocional de que tu mujer, la madre de tus hijas, haga todo lo que hizo y hace....
Nacísteis de su vientre. Fruto de nuestro amor. Es muy difícil de aceptar.
Es difícil aceptar las injusticias. Muy difícil.
Y más, cuando afectan a unas hijas.
Hay que seguir. No queda otra.
Siempre hay tiempo para abandonar...
Un beso. Os quiere,
Papá.
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