(104) E-mail escrito el 16 de febrero de 2020


Hola chicas. 

Toda la semana mi pequeña ha tenido fiebre, y malestar estomacal.

No me gustaba cómo sonaba la tos que tenías, así que te llevé a la pediatra. 

Cuando, después de la auscultación y de dos radiografías de tórax, me dijo que tenías neumonía, mi preocupación fue enorme.

Mi pequeñita... Pobrecita. 

Este es el susto más grande, de momento, en tus 5 años de vida.

El susto más grande de tu hermana fue, creo recordar que más o menos con tu misma edad, una mononucleosis que, por supuesto, también pasé yo contigo a tu lado, desde las visitas al hospital y a la pediatra, hasta la estancia en casa. 

Mi pequeñita, tienes que tomar antibiótico, e inhalar "ventolin", que abre tus bronquios, para que respires mejor. Lo que he sufrido "peleando" contigo para que usaras el inhalador con máscara... Llorabas, lo evitabas, te asustaba... Pero después de algunas horas, lo conseguí.

Días después, ya te lo pones tú sola.

Si se complica, tendrás que ingresar en el hospital (espero y deseo que no).

Mañana te vuelvo a llevar a la pediatra, para valorar la evolución. 

El mismo sábado en que te diagnosticaron la neumonía, se lo comuniqué a vuestra madre, que si bien se mostró preocupada al principio, al decirle que si quería venir a la noche a verte, podía hacerlo, me contestó que ella ya había quedado con su amiga...

Y no vino a verte.

Es de suponer que no quería perder su noche de fiesta con su amiga...

Te abracé todo lo que pude para calmar tu tos. Intenté no dejarte sola en ningún momento, a la vez que también estaba con tu hermana.

Hoy domingo, al iros con vuestra madre, la sensación de rabia, impotencia y dolor es enorme. 

Quiero estar contigo. Quiero cuidarte. Quiero saber que estás bien. Quiero estar ahí. 

Y llega el intercambio semanal, que alguien impuso egoistamente, haciendo un daño enorme.

Y ya pueden pasar años y años... que no deja de doler. Tener que separarme de vosotras los domingos, no deja de doler.

Ahora mismo, escribiría palabras muy malsonantes. Mucho. Es injusto y malvado lo que me han hecho a mi, y lo que os han hecho a vosotras. 

Me quema. Me arde. Me quita la energía saber que no puedo hacer nada. 

Cuánto daño. Cuánta injusticia. 

Espero que mañana cuando vayamos a la pediatra, nos diga que la evolución es buena. Estoy preocupado. 

Espero que te mejores muy pronto pequeñita mía. 

Y mi chica mayor, eres muy buena. Gracias por ayudarme a cuidar de tu hermana. 

Os quiere, 
Papá. 



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