(108) E-mail escrito el 10 de abril de 2020


Hola chicas, 

Estamos confinados en casa ya 3 semanas, y nos queda por lo menos 4 o 5 semanas más, como mínimo.

El gobierno decretó el estado de alarma prohibiendo a la gente salir de sus casas, para evitar que el virus siga propagándose. 

Los niños no podéis salir de casa para nada y los adultos solo pueden salir a comprar alimentos, o medicamentos. 

Es muy duro no poder salir a la calle, y también lo es para vosotras, que no entendéis esta situación, ni podéis salir a jugar, ni ver a vuestras amigas. 

Días y días, semanas y semanas en casa. Las rutinas se van rompiendo, y la mente y el cuerpo lo nota. 

En las semanas que estáis conmigo, vuestra madre ni os llama. No entiendo, viviendo a 50 metros escasos, a unos dos minutos a pie, cómo ella se queda en casa sin más...

Cómo esas semanas sola en casa le dan igual. Con la situación de emergencia sanitaria que estamos pasando, muriendo mucha gente cada día, y con la incertidumbre de riesgo para la salud y económica que tenemos, ella no piensa en nada...

Supongo que estará entretenida con su teléfono móvil, hablando con la gente de su entorno, o atendiendo a toda la retahíla de hombres que le pretenden... 

Sé que su cabeza no le da para más, para ver más allá o para pensar en la situación, o en el día de mañana. 

Yo desearía que a ella se le despertase un sentimiento de familia, de apreciar que somos vuestros padres, y de que sois nuestras hijas. 

Pero ella está en su mundo de apariencias y de imagen. Ella aprovecha estas semanas que estáis conmigo para hacer su marcha. Ajena a la gran crisis que estamos pasando. 

Me gustaría que ahora que la situación es preocupante, saliera de ella un sentimiento de unión, aunque fuese por vosotras. 

Pero sé que eso no va a suceder. Nunca. 

Sé que quiere estas semanas para dedicarse a ella y a sus cosas... Que aprovecha estas semanas. 

En un par de veces, le he preguntado si realmente quería pasar esta situación sola... Si no preferiría estar con nosotros... Pero evade la pregunta con una simple excusa, como que tiene que limpiar, y yo ya no insisto, para no hacer más el ridículo... 

....... 

Yo, las semanas que no estáis conmigo, utilizo la excusa de que tenéis que hacer deberes para ir a veros y compartir un tiempo con vosotras. 

...... 

Ya no me salen ni las palabras. No sé cómo expresar lo que siento, lo que quisiera explicaros... 

Pero sé que debo de dejar de pensar en estas cosas. Cosas que nunca van a suceder, porque su mente no da para más. Es muy simple. 

Es todo una lástima...

Hoy, intentaremos llenar las horas del día con juegos, actividades, y hacer algo de ejercicio y juegos en la terraza, que es el único lugar donde podemos respirar el aire de la calle y ver el cielo.

No sé ya qué más decir... Sé lo que siento, pero también sé que pierdo el tiempo pensando cosas que nunca van a suceder. 

Un beso.

Os quiere, 
Papá. 


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