(123) Despedido: Otra vez sin trabajo.


Hola chicas,

El viernes pasado, me despidieron del trabajo.

La situación de la empresa era preocupante, con una bajada de las ventas.

Además, estos últimos tres o cuatro meses, con el asunto del coronavirus, el estado de alarma y el confinamiento, en la que estuvimos trabajando desde casa, las ventas habían bajado mucho más...

En un principio, la empresa dijo que aguantaríamos la situación, pero supongo que están viendo que se gasta más de lo que se ingresa, y a ese ritmo, al final te quedas sin recursos...

En definitiva, otra vez al paro.

Otra vez a la casilla de salida, de este juego que nunca acaba.

Otra vez, el sentimiento de preocupación por el futuro, por poder pagar la casa, por poder cuidaros, por poder daros lo que necesitéis, por qué vendrá después...

Aunque, por otra parte, confieso no estar muy afectado.

Realmente, no era feliz en este trabajo. O quizás, mi mente está tan dañada ya, que no puedo ser feliz en ninguno.

Es difícil de explicar.

Formé una familia con toda mi ilusión.

Compré una casa con toda mi ilusión.

Hice todo lo posible.

Y me lo quitaron todo.

Es difícil sentir ilusión por las cosas, cuando no te quitas de encima el sentimiento de injusticia de que te han quitado todo. Todo lo que te costó tanto esfuerzo conseguir.

Solamente hay una cosa que me ilusiona, y es veros, estar con vosotras, participar en vuestras ilusiones y planes... haceros felices... en definitiva, estar con vosotras.

Por una parte, alivio. Alivio al saber que ya no tendré que soportar un trabajo en el que no me sentía feliz.

Por otra parte, una gran preocupación por el futuro, por qué pasará ahora... por obtener ingresos para poder estar aquí con vosotras y para vosotras.

Este trabajo tenía una cosa buena, y es que los horarios me permitían pasar bastante tiempo con vosotras. Llegaba relativamente pronto a casa, o a recogeros, y los fines de semana los tenía libres por completo.

Además, siempre que he podido me he "escapado" para estar con vosotras. A veces, habéis estado enfermas, y he dejado de trabajar para llevaros al médico, o para cuidaros en casa. También he podido asistir a todas las reuniones con vuestras profesoras, llevaros a todo lo que queríais hacer... En ese aspecto, este trabajo estaba muy bien.

Pero lo que era el trabajo en sí, no me hacía feliz.

Ya no sé si por el tipo de trabajo, o porque yo ya no puedo ser feliz en ningún trabajo, debido a todo lo sufrido.

Tengo 41 años. Formé una familia, tuve dos hijas, creé una empresa, he tenido 5 mudanzas en 2 años, he dormido meses en un sofá, y en el suelo. He conseguido, con mucho esfuerzo y paciencia, volver al pueblo con vosotras, después de que me echaran sin piedad, como a un perro.

Estoy agotado de tanto pelear...

Pero, por vosotras, quiero y debo seguir.

Por vosotras.

Aprovecho para daros un consejo: antes de adquirir obligaciones de pagar cosas, de tener deudas, de comprar vivienda, de comprar coche... aseguraos de ser felices en vuestro trabajo. Tampoco hace falta ser muy feliz. Al fin y al cabo, un trabajo es eso, trabajar. Lo haces por dinero y punto.

Pero por lo menos, aseguraos de que no os haga infelices, antes de estar atadas a ese salario... porque luego, la sensación de que no hay escapatoria, es muy mala.

Si podéis, guardad siempre la posibilidad de ser dueñas de vuestras vidas.


Os quiere,
Papá.






Comentarios