(125) El RECUERDO

Hoy, ha venido a mi cabeza el recuerdo de aquella noche...

Ella, llevaba días insistiendo en que me fuera un tiempo de casa.

Que necesitaba estar sola.

Que necesitaba tiempo, distancia...

Yo, aguanté e intenté hacer todo lo posible por hablar, por dar cariño, por arropar, por entender...

Una tensión horrible. Noches y noches sin dormir.

Perdí 7 kilos, no comía, no dormía.

Una noche, en la cama, me derrumbé, y entre lloros, atragantado por mi propia saliva, le dije que de acuerdo, que me iría un tiempo. Que quería que todo se arreglase, y que si necesitaba estar sola, que me iría.

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A la mañana siguiente, no podía gestionar la incongruencia de saber lo que estaba pasando en realidad.

Saber que ella ya tenía trazado su plan.

Lo de pedirme que me fuera un tiempo era una manera "suave" de sacarme de casa.

Yo ya sabía que si salía de mi casa, no volvería a entrar.

Y por supuesto, luego estabais vosotras, hijas mías.

¿Pero cómo iba yo a marcharme voluntariamente de MI CASA, y marcharme DE VUESTRO LADO?

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Por la tarde, de una manera educada, serena y tranquila, le dije que lo sentía mucho, pero que yo no iba a marcharme de mi casa, ni iba a dejar a mi familia.

Que ella tenía varias hermanas en el pueblo, a parte de su madre, y que si necesitaba estar sola, que se marchara ella un tiempo.

Sin saberlo en ese momento, involuntariamente le di el artefacto necesario para decir lo que quería decir.

Cogió mis palabras, y las retorció con una maldad perversa. Y me dijo:

"¿Cómo? ¿Me estás diciendo que me vaya de mi casa? Se acabó, quiero el divorcio".

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Yo confirmé todas mis sospechas. Y el resto de la historia ya lo sabéis...

Si no hubiera "negociado" el divorcio, hubiera salido igualmente de la casa POR LA FUERZA DE LA LEY, y no hubiera podido disfrutar de teneros el máximo tiempo posible.

Por vosotras lo dí todo. Tener que marcharme de vuestro lado, y mi casa. Mi hogar.

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Días después, comenzó su carrusel de salidas a discotecas, relaciones sexuales con otros, operación de aumento de pecho, más y más discotecas, aplicaciones de buscar pareja....

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Ese era el "tiempo" que necesitaba a solas.

MALDITA EGOÍSTA MENTIROSA.

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Ese es el recuerdo que me ha venido hoy a la mente...

Esa angustia por intentar hacer todo lo posible para salvar las cosas, ese autoengaño de creer que algo se podía hacer... que ella lo estaba pasando mal...

Todo mentira. Ella solamente quería rebanarme el cuello con un cuchillo bien largo y afilado.

Su única preocupación era que no se notaran mucho las manchas de sangre en las sábanas...

Ya sabéis... el malo, nunca quiere parecerlo ante los ojos de los demás.

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Os quiero, hijas mías.

Papá.