(137) Estás muy guapa en esa foto...
Hola chicas.
Es domingo por la mañana.
Me llamas para decirme que os tengo que llevar la ropa que os tenéis que poner el lunes, y que a la pequeña no le funciona bien algo del móvil, que si puedo echarle un vistazo...
Voy en un momento, antes de irme a Valencia a comer con la familia.
Me alegro mucho de veros, de escuchar vuestras voces, y de estar con vosotras, aun sabiendo que nos vimos ayer mismo, y que mañana ya estaremos juntos.
Me alegro mucho, porque 4 años después, todavía no me he acostumbrado a estar ni un solo día sin vosotras.
Comento con vuestra madre cordialmente un tema sobre los deberes que tiene que hacer la pequeña, ya que insistió en que lo tenía que hacer con ella, porque era su semana.
Mi pequeña quería hacerlos conmigo, porque yo he estado con ella enseñándole desde cero, a leer, escribir, sumar y restar.
Además, tú tenías unos deberes que querías hacer conmigo, y ya sabes que si tú vienes, la pequeña también quiere venir.
Tú sufres, porque sabes que tu madre se enfada. Se enfada enseguida si la pequeña muestra sus ganas de venirse conmigo.
Tú solamente quieres evitar a toda costa que vuestra madre y yo discutamos. Cosa que yo tampoco quiero, y que siempre siempre evito a toda costa.
Pero a tí se te nota la tensión, el miedo a que una palabra equivocada o mal usada, desencadene una mala reacción en vuestra madre, y surja el conflicto.
Lo veo Cariño. Veo cómo sufres.
Tú nos viste juntos, bajo el mismo techo, como pareja, y como tus padres, juntos. Supongo lo doloroso que es para ti todo esto. También se que todavía no sabes expresar o verbalizar lo que sientes, así que no quiero que te preocupes.
La pequeña nunca llegó a vernos juntos como pareja, conviviendo. Al menos con uso de razón. Puesto que cuando tenías solo un año, vuestra madre decidió destruir nuestra familia de una forma terrible y extremadamente dolorosa.
Sé que también sufres si nos ves discutir (muy muy pocas veces ha pasado, pues yo siempre abandono la conversación en cuanto veo que hablar no sirve de nada).
Ojalá pudiera hacer algo. Ojalá estuviera en mi mano. Pero no lo está.
Quiero que sepáis que os acompaño en vuestros deseos de que esto no estuviera pasando. Y que a mi también me gustaría que fuésemos una familia unida. Y realmente, me siento muy impotente cuando mi pequeña me pide que quiere dormir conmigo, y solo puedo decirle que no puede ser, porque te toca con tu madre, porque ella decidió que esto tenía que ser así.
Me encantaría poder deciros que podría hacer algo. Pero realmente no puedo. Ella nunca quiso. Ni querrá.
Tú lo llevas de manera diferente... Aceptas las normas impuestas... una semana con cada uno, y te ciñes a cumplirlas, intentando siempre que ninguno de los dos se sienta molesto, o se enfade.
Siento todo el daño que os ha causado vuestra madre con todo esto. Mi daño es mío, pero el vuestro, me duele.
Por mi parte, quiero deciros que pese a todo el daño, dolor y sufrimiento que me ha causado y me causa vuestra madre, destrozando mi vida y mi familia por completo, sé y soy consciente de que necesitáis quererle, y que ella os quiera.
Es algo básico para cualquier niño, querer a sus padres, y sentirse querido por ellos. Por los dos.
Por eso, realmente me alegro de que queráis a vuestra madre, porque de lo contrario, creceríais con graves carencias afectivas, que os afectarían para el resto de vuestras vidas. Y eso es algo que no quiero para vosotras.
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Ahora, con el asunto del cierre del ocio nocturno, y el distanciamiento social a causa del coronavirus, o quizás porque ande emparejada con algún otro, está más calmada.
Pero jamás olvidaré aquellos años, en los que salir de discotecas todas las semanas era la norma, acostarse con personas que conocía en internet era habitual, y mil y una cosas más que prefiero mantener encerradas en mi memoria, porque traerlas de vuelta solamente significa dolor, y llega un momento en el que debes de seguir hacia delante, dejando atrás el pasado.
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Hoy, veía una foto de vuestra madre, que al parecer se hizo ayer por la tarde, paseando por la mota con vosotras...
Qué guapa está. Le miro, y veo a la persona con la que tuve dos preciosas hijas. Era algo tan bonito. Ella, yo, vosotras..., una familia.
Da igual las mujeres que hubiera podido conocer. Ninguna era vuestra madre. Ninguna era ella.
Mil y una aventuras, anécdotas, y recuerdos... y vosotras. Dos preciosas hijas nacidas del amor y del cariño.
Le miro, y me pregunto por qué....
Y me pregunto si algo se podría hacer....
Y me pregunto qué pasaría si le dijera algo....
Pero sé que no serviría de nada.
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Aun así, no he podido contenerme, y le he dicho en un mensaje, cuando ya sabéis que nuestra comunicación es casi inexistente salvo para temas relacionados con vosotras, que era muy bonita esa foto.
Lo que realmente quisiera haberle dicho es: "Estás muy guapa en esa foto".... Pero he pensado que no era lo más conveniente.
Como era de esperar, su respuesta ha sido un escueto "Gracias". Sin más.
Nada fuera de lo que yo ya esperaba....
Pero, ¿qué no haríais vosotras por luchar por lo que queréis...?
Nunca habrá otra.
Una cosa es una relación, una pareja.... Y otra es una FAMILIA.
Y vuestra madre, es ella.
No hay otra.
Pero tendré que vivir siempre con ese vacío.
Nada se puede hacer.
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Hablando de luchar,
Estoy a una semana escasa de comprar por fin la casa que vimos.... Esa pequeña, barata, pero que al fin y al cabo será nuestra.
Estoy luchando muy duro.
Aguantando un trabajo pesado, que castiga mi cuerpo y mi mente, con un jefe que grita y falta el respeto.
Un trabajo que nunca soportaría, sino fuera porque detrás de él se esconde un gran objetivo: comprar por fin una casa aquí en el pueblo, para que podamos vivir donde os gusta vivir, y no tener que estar pendientes siempre de que estamos de alquiler en una casa que no nos pertenece.
Estoy a una semana escasa, no puedo rendirme ahora.
Es agotador, cansado y doloroso, pero cuando veo que casi puedo tocar con las manos el objetivo, sé que no puedo dejar de luchar.
Ha sido una carrera agotadora.
Encuentra un banco que acceda a financiarte la compra de la casa, más allá de lo habitual, porque los ahorros no me llegaban.
Negocia con el banco.
Negocia con la propietaria de la casa.
Encuentra trabajo en plena crisis del coronavirus.
Consigue un contrato indefinido que te permita solicitar la hipoteca.
Y aguanta un trabajo penoso.... pero que es la llave a tu objetivo....
Casi lo podemos tocar con la punta de los dedos chicas.... Ya está casi ahí.
Luego vendrá la sexta mudanza desde que esta pesadilla del divorcio comenzara.
Pero espero que esta sea la definitiva.
Seguiré luchando todo lo que pueda, y un poco más.
Os quiere muchísimo,
Papá.
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