(147) Me duele que no estéis


No os he visto en toda la semana, por su culpa. 

Si no os llamo, no me llamáis. Si no os escribo, no me escribís. 

Me da miedo llamaros, porque no sé dónde estáis, ni con quién. Me da miedo de que como siempre, casi ni habléis conmigo por teléfono. 

No quiero escuchar dónde estáis. Porque yo debería ser partícipe de donde estuvierais, porque soy vuestro padre. 

Muchas veces prefiero no llamar. Porque sé que no entendéis mi dolor. El dolor de tener dos hijas, y no poder hacer nada para estar con vosotras, cuando no me corresponde. 

El saber que os juntais con la amiga de vuestra madre y sus hijos, personas nada recomendables, según lo que vi todos los años que tuve que tratarles.

No poder hacer nada. Sentirte impotente como padre. 

Me entran ganas de abandonar. Para qué luchar una semana, si a la siguiente os vais... 

Para qué dar toda mi vida... Alejado de mi familia. En un pueblo lleno de gente inculta, y en la mayoría de casos con historias bastante sórdidas...

Ya lo sé. 

Ya sé que sois niñas, y que solamente os portáis como toca. Intentáis agradar a vuestro padre y a vuestra madre.

Pobres mías. 

No os preocupéis, que os entiendo. 

En esta tarde de sábado, debería apetecerme ir a casa de esa chica que veo solamente una vez cada dos semanas, cuando no estáis. 

Debería apetecerme. Pero no. Solamente pienso en vuestra ausencia. 

Y no me da la gana ocultarlo. No reclamo ningún derecho a "ser feliz" ni "a disfrutar de la vida".

Porque eso, solamente lo hago cuando estáis conmigo.

Asi que, con el gato me quedo, solo en casa. Una casa que grita de silencio cuando no estáis. Y pronto a dormir. Porque durmiendo no se piensa. 

Os quiero. 


Comentarios