(159) El precio de veros
Hola hijas mías.
Hoy, otra vez.
No es mi semana. Pero salgo de trabajar, y no puedo evitar, ir a donde estéis para veros. Necesito veros. Sigo sin comprender y aceptar, por qué tengo que pasar una semana sin vosotras, porque alguien, egoístamente, lo decidió.
¿Por qué no puedo ver, estar, y sentir? ¿Por qué tiene que pasar un solo día en el que no os vea?
Llego a casa de vuestra madre, y afortunadamente ella se tenía que ir a no sé dónde...
Aprovecho para estar un rato con vosotras.
Pero últimamente, mi chica mayor está muy tensa cuando voy, si no es mi semana.
Ya sé que te pones así de nerviosa, porque no quieres conflicto ni riña entre tu madre y yo. Pero yo no provoco nada... Siempre que ha pasado algo, ha sido por su forma de hablar y su malicia.
A ella le da rabia que yo os vea en sus semanas. Pero es que a mi se me hace muy duro tener dos hijas, y que pasen días y días sin verles.
Yo tuve hijas para cuidarlas, para quererlas, para estar. ESTAR.
Ella me recrimina que si no debería pasar, que es su semana.... bla, bla, bla.... siempre he aguantado todo eso, sin rechistar, con tal de veros.
Pero es que últimamente, ahora que ya eres casi una adolescente, te pones muy negativa, muy ofuscada, muy nerviosa, muy tensa... porque quieres evitar la confrontación entre tu madre y yo.
Pero claro, yo voy a veros, con toda mi ilusión, y lo que me encuentro es a una hija que no da muestras de cariño. Que no sonríe, que está mal...
Yo, ya estoy bastante cansado de tanto ataque a mi dignidad....
Ya sé que tú no lo haces queriendo, ni mucho menos. Pero a mi me duele.
Pero tranquila, que soy consciente de que a ti lo único que te preocupa es evitar el encontronazo y la pelea entre tus padres.
Os ha metido en la cabeza que lo normal es una semana con cada uno... como ella, que las semanas que estáis conmigo desaparece, ni viene a veros ni os llama....
Y no, eso no es normal. Os necesito. Y vosotras necesitáis a los dos.
Cuánto daño ha hecho.
Que tengamos que estar pensando en estas cosas, que tú tengas que tener esa basura de pensamiento en la cabeza, en lugar de ser una familia unida.
Nunca habrá castigo suficiente para tanto daño.
Yo no quiero verte tensa y nerviosa... Y tampoco quiero sentir ese "desprecio".
Mi pequeña, como es mas niña, siempre me muestra una alegría y gestos de cariño. Es normal.
Así que pienso, que quizás debería reprimir mis deseos de veros... porque no quiero que sufras. Porque no quiero darte esos "malos ratos".
Es una lástima..... yo quiero veros. Y mi pequeña me necesita más que tú.
Vuestra madre prefiere que estéis en casa de la niñera, que conmigo. Y yo, me muero de ganas por recogeros y estar con vosotras aunque sea un rato, hasta que venga ella...
Pero estás tan nerviosa y tensa, hija mía...
Voy a tener que intentar aguantarme esas ganas de veros.
Voy a tener que soportar ese tremendo dolor de no veros en días, pese a estar tan cerca de vosotras....
No sé si podré hacerlo.
Pero yo no quiero que estés mal.
Os quiero.
Qué asco de situación.
Para vosotras. Y para mí.
NUNCA HABRÁ CASTIGO SUFICIENTE.
Nunca.
Os quiere,
Papá.
Comentarios
Publicar un comentario