(168) Ya no puedo más... FIN
Ya está...
YA NO PUEDO MÁS.
Le había preguntado a vuestra madre si podríais pasar un ratito del sábado por la mañana conmigo (ya que era festivo y ella no trabajaba) porque venía Nora de Madrid, y que de paso aprovecharíamos para mirar un poco el examen de matemáticas que tenías este martes.
Su respuesta, con tono prepotente y poco amable, fue que este sábado os ibais fuera, que no estabais, y que a partir de ahora ya no fuese a veros ni a ayudaros con los deberes ni a estudiar con vosotras las semanas que no estabais conmigo.
Literalmente, dijo que ella estaba con su pareja, que muchas veces está en casa, y que no tengo por qué ir. Que ya se encargará ella, o incluso el tío con el que está, pero que yo no apareciese por ahí.
Yo le contesté que no pasaba nada, que si ese era el problema, que no pasaría por su casa, que buscaría otra manera de veros un ratito, y ver si necesitáis ayuda con algo, o simplemente, veros.
Pero nada. Que no. Que no pase por su casa a veros en sus semanas, porque había metido ya en casa al nuevo con el que está, y que no vaya.
Imaginaos el dolor.
Primero, porque tengáis que soportar que otro individuo esté metido en vuestra casa. Yo ya sé lo que es eso... ya lo tuve que pasar. Mi madre hizo lo mismo en su día...
Dejas de tener intimidad en tu propia casa... ya no es un espacio privado para estar tranquilo haciendo lo que quieras... ya te tienes que comportar de una determinada manera, medir tus palabras,... en fin, que ya no es tu casa plenamente.
Después, vuestra madre, en lugar de dedicaros el tiempo del fin de semana que está con vosotras, a estar efectivamente con vosotras, está con ese tío.
No es lo mismo. No es lo mismo estar en la misma casa que vosotras, pero como si no estuviera porque está atendiendo al otro, que estar con vosotras, y para vosotras.
Y segundo, me duele no poder ayudaros las semanas que no estéis conmigo. Yo os reviso todo, os explico, os ayudo, os controlo en cierta manera para que todo lo del cole vaya bien.
Mi hija mayor, el curso que viene ya pasas al instituto, comienzas la ESO. Las cosas se van a complicar...
Y mi hija pequeña, aprendiendo a leer y escribir, los números... vas justita por la diferencia de edad con tus compañeros, al ser tú de las más pequeñitas, y por todo el tiempo perdido por la supresión de clases por la pandemia del coronavirus.
Toda esa ayuda que necesitáis, se ve cortada a semanas alternas. Estaréis una semana con mi apoyo, y otra totalmente desatendidas. Estoy seguro. Por mucho que diga vuestra madre.
Pero si viene de bailar entre semana a las 9 de la noche, los días que va a hacerlo... Y los fines de semana, salidas, y quedar con gente...
¿Vas a preparar un examen de matemáticas con ella? ¿Va a explicarte el sistema circulatorio? ¿Va a hacerte un esquema? ¿Va a ayudarte a formar oraciones en interrogativa y negativa en inglés? ¿O el payaso que va con ella, que lo único que quiere es acostarse con ella?
¿Por qué tiene que robaros vuestro derecho a la educación que os da vuestro padre?
Qué dolor... una semana atendidas, y la otra no, pero porque NO ME DEJA. Porque por mi, a mi me da igual que ella esté con otro... ni será el primero, ni será el último. Me da igual. Yo lo que quiero es ayudaros, y también veros.
Para mi, es muy doloroso aguantar una semana entera sin veros. Sin saber nada de vosotras.
Pero lamentablemente no puedo hacer nada.
Así estableció las cosas...
Lleno de rabia, dolor e impotencia, lo único que puedo hacer es deciros que sabéis dónde vivo, que sabéis mi teléfono, y cómo encontrarme. Que ahí estoy, en casa, siempre para vosotras. Pero debéis ser vosotras las que pidáis verme.
Qué asco. Qué dolor no poder hacer nada.
ME LLENO DE RABIA, DE ENFADO... ¿QUÉ HAGO? ¿QUÉ PUEDO HACER?
NO PUEDO OBLIGARLE A CUMPLIR CON VUESTRO DERECHO A QUE RECIBÁIS AYUDA CON EL COLEGIO... NO PUEDO. SE APROVECHA, Y CON SU TONO CHULESCO, DICE QUE NO VAYA MÁS. QUE NO OS VEA.
TODO PORQUE AHORA METE A OTRO EN CASA.
POBRES HIJAS MÍAS.
Me enfado. Me enfado mucho. Quisiera hacer algo. Pero no puedo.
Solo puedo protegerme del dolor. No quiero sufrir tanto.
La rabia me dice que me proteja, que no sufra.
Que a partir de ahora las semanas que no estáis conmigo, ME OBLIGUE A PENSAR COMO SI NO TUVIERA HIJAS.
Tener que forzarte a pensar que no tienes hijas, para evitar sufrir por no poder veros.
Y luego está por ver EN QUÉ AFECTARÁ ESTO A VUESTRO RENDIMENTO EN LOS ESTUDIOS....
Estar una semana apoyadas con los estudios, y otra semana a la deriva.... desatendidas.
Y con otro tío metido en casa.
Os digo que ya sabéis dónde y cómo encontrarme. Pero que tenéis que ser vosotras las que me busquéis, las que pidáis verme.
Qué dolor... en plena preadolescencia de una, y en pleno inicio de etapa educativa de la otra...
PERO ESTOY HARTO.
ESTOY HARTO DE IR, Y DE QUE TÚ, MI HIJA MAYOR, TE PONGAS EN LA PUERTA DE CASA DE TU MADRE, COMO PARA NO DEJARME PASAR, CON MALA CARA..
YA SÉ QUE TIENES ÓRDENES DE TU MADRE.
YA SÉ QUE ESTÁS EN TENSIÓN.... NERVIOSA....
PERO DUELE.
DUELE MUCHO.
TU PROPIA HIJA CORTÁNDOTE EL PASO, Y MOLESTA PORQUE HAYAS IDO A VERLES Y AYUDARLES.
YA ESTÁ BIEN.
YA NO PUEDO MÁS CON EL DOLOR.
DUELE, DUELE MUCHO.
En las cosas y recuerdos digitales que os dejo, podréis encontrar cómo vuestra madre me prohíbe veros las semanas que no estáis conmigo.
Ahí tenéis el mensaje que me envío.
Están en esta ruta de carpetas:
[[ COSAS -> DIVORCIO -> GRABACIONES -> FIN ]]
YA NO PUEDO MÁS.
YA ESTÁ BIEN.
YA ESTÁ BIEN DE TANTO DESPRECIO, Y TANTO DOLOR.
YA SABÉIS DÓNDE ESTOY.
CUANDO QUERÁIS, ME BUSCÁIS.
YO, NO PUEDO HACER MÁS.
NO PUEDO SUFRIR MÁS.
NO QUIERO SUFRIR MÁS.
Os quiere,
Papá.
Comentarios
Publicar un comentario