(187) Deberes en la calle, o en el coche
¡Hola chicas!
Hoy lunes, primer día de la semana que no estáis conmigo, me has llamado porque tenías deberes de informática.
Como no es mi semana, y tenía que pasar a darte la ropa de tu madre y que me dieses la mía, porque hoy querías ir vestida al instituto con la mía, que parece ser que te gusta más, pues me he llevado el portátil, y has hecho los deberes en el coche.
Yo lo repetiré una y mil veces, lo siento si no te gusta oírlo... Jamás me parecerá normal que tengas que cambiarte de ropa a mitad de día, porque resulta que tienes dos armarios con ropa, uno en casa de tu madre, y otro en la mía..
Jamás me parecerá normal que tengamos que hacer deberes en plena calle, o dentro del coche, porque resulta que como no es mi semana, no puedes estar en mi casa.... Bueno, lo suyo sería que la casa de tu madre y la de tu padre fuese la misma. Es lo normal, vaya...
Qué tengáis o no tengáis ciertas cosas, dependiendo con quién estéis, me parece un perjuicio muy grande para vosotras. Tendríais que tenerlo todo, siempre.
Lo mejor de vuestra madre, que también tiene cosas buenas para vosotras, y lo mejor de vuestro padre.
Pero bueno, por más que lo piense, o que lo diga, ya habéis interiorizado toda esta mierda de situación como algo normal.... Porque lo que hizo vuestra madre lo hizo siendo vosotras muy pequeñas... Y ahora ya lo veis normal.
Cosa muy distinta hubiera sido que lo hubiera hecho siendo vosotras más mayores... Conozco casos en los que los hijos ya tienen conocimiento suficiente para juzgar lo que sucede, y claramente se posicionan en contra de quien hace las cosas mal.
En fin...
Hacemos los deberes, y tanto tú como yo nos quedamos tranquilos.
Yo solo quiero veros felices. Que seáis felices, dentro de todo este absurdo de situación.
Muy contento con mi chica pequeñita también, porque ha sacado un 6,8 de nota en su primer examen "serio" de matemáticas de segundo de primaria.
Se ha notado que hemos repasado sumas llevando, restas, series numéricas y el manejo del calendario.
Muy contento contigo también mi pequeñita.
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De repente otra vez la casa sola. En silencio.
Pienso si estoy haciendo lo correcto, si estoy llevando mi vida por el mejor camino de los posibles...
Creo que sí.
Estoy cerca de vosotras, de vuestra vida en el pueblo donde habéis nacido y os habéis criado, aunque eso suponga estar muy solo aquí.
¿Para qué quiero yo hacer vida...?
¿Para qué?
Si hiciera vida por ahí... Tendría más tiempo y más compañía, tal vez... Pero el final, sería estar con otra mujer, y tal vez estar y compartir tiempo con los hijos o hijas de esa hipotética mujer...
Ya sabéis, es lo que tiene que hacer un hombre para tener compañía y afecto. Serle de utilidad a una mujer.
Pues no.
Para estar con otros hijos, ¡estoy con vosotras!
Vamos, es que ni me lo planteo siquiera.
No podría estar en otra parte ni con otras personas que no fueseis vosotras. Jamás.
Qué me quedaré solo... Bueno, es lo más seguro y probable.
Pero habré pasado el máximo tiempo a vuestro lado, y estando aquí para lo que me necesitéis.
Porque yo, también os necesito.
Os quiero mucho.
Hoy es el primer día de la semana que no estáis conmigo.
Espero que pase muy rápido, y poder volver a disfrutar de vosotras.
Os quiere,
Papá.
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