(206) El Impostor
Hola chicas,
Empieza nuestra semana juntos, por fin.
La cosa empieza fuerte. Estoy con la peque en el parque, y me llama la mayor diciendo que le duele mucho el estómago y que pase a por ella... (la menstruación, debe ser).
Como no puedo partirme en dos, ni estar en dos lugares al mismo tiempo, no me queda otra que dejar a la pequeña sola en el parque confiando en que no pase nada, y coger el coche e ir a recoger a la mayor...
Pues así, con todo.
Ocho o nueve horas de trabajo diario, bastante exigente mentalmente. Los deberes de una, los deberes de la otra, exámenes, ayudaros a entender lo que dais en clase, salir, que estéis con vuestras amigas....
La verdad, es muy estresante.
Lo hago muy a gusto, y es lo que quiero hacer. Pero es muy estresante.
En estos últimos meses he cogido peso, he engordado de la ansiedad que llevo encima, por querer llegar a todo.
Y sé que con el trabajo no estoy cumpliendo como debería. Sé que podría hacer más. Mucho más.
Pero siempre os he priorizado a vosotras. Que estéis atendidas y tengáis toda la ayuda que necesitáis con los estudios, que tengáis vuestro tiempo de calle, con amigas.
Parques, salidas, cenas, juegos, chucherías,....
Tiempo, tiempo, tiempo....
Y menos mal que tengo un trabajo que por las tardes estoy en casa, trabajando con el ordenador.
Eso me permite disponer de más tiempo para vosotras, y atenderos mejor.
Pero sé que soy un impostor.
Yo no me contrataría a mi mismo. Lo tengo clarisimo.
Soy un impostor, porque soy vendedor, comercial, agente de ventas, como queráis llamarlo, pero realmente no me gusta nada el trato falso con la gente.
Porque para vender, tienes que tener muchas habilidades sociales y de comunicación, y visión de oportunidad y negocio.
Yo no tengo esas habilidades, pero hago como que las tengo.
Cada día, me supone un reto personal contra mi mismo, para ser lo que no soy.
Hay días que lo consigo. Otros, no.
Cada día tengo el reto de engañar a todo el mundo, con conversaciones vacías y sin mucho sentido.
Pero lo hago por vosotras. Porque así tengo este trabajo que me da libertad de movimiento, y no estar atado a un horario fijo ni a estar encerrado en una oficina o una fábrica.
Cada día me pongo una careta, soy lo que no soy.... Soy, un impostor.
Ya sabéis cómo soy: bastante sincero al hablar, sin fingir falsos aprecios, sin expresar cosas que realmente no pienso o siento. En fin, lo que deberia ser lo normal, pero no lo es.
Soy bastante llano y predecible. Quien sabe que no me cae bien, lo sabe. Y quien sabe que le aprecio, también lo sabe.
Cada día, soy lo que no soy, a cambio de poder estar ahí para vosotras.
Espero poder sujetar la careta por bastante tiempo. Aunque también cansa.
Soy un impostor. Yo no me contrataria a mí mismo.
Porque realmente, poco de lo que hago en el trabajo me importa de verdad. Para mí no tiene sentido.
Lo que tiene sentido es estar ahí para vosotras y tener el dinero necesario, para lo que necesitéis.
Acaba la tarde de parque. A casa que hay deberes.
Un beso chicas.
Os quiere,
Papá.
Comentarios
Publicar un comentario