(208) Otra vez problemas con vuestra madre... Y ya estoy harto

 

Hola chicas,

Otra vez problemas con vuestra madre.

Cada cierto tiempo (suelen ser meses, aunque a veces son semanas), empieza a enfadarse por algo, cualquier cosa, y me escribe mensajes por WhatsApp con un tono amenazante, enfadado, rabioso...

Podéis ver capturas de algunos de estos mensajes en todo lo que llevo guardado desde hace tiempo, y que un día, si surge la ocasión, o si me lo pedís, os enseñaré y daré. Para que tengáis más pruebas de el por qué de las cosas, y de qué va esta historia...

A ver cómo empiezo...

Esta semana no estáis conmigo. Pero el lunes, la pequeña tenía revisión en el dentista para ver el progreso de la ortodoncia y el aparato que llevas. Ya sabes que tenemos que conseguir espacio en los dientes de arriba, para un diente que salió un poco más atrás de donde debía, porque el diente de leche no se caía y el nuevo diente no tenía espacio.

Bueno, lunes por la mañana me avisan del dentista para confirmar la cita, y a mediodía cuando llego de trabajar, aviso a vuestra madre de que cogería a la pequeña, la llevaría al dentista, y a la vuelta se la dejaría en casa.

Vamos al dentista, todo bien, progresa como debe...

A la vuelta al pueblo, llego a la puerta de la casa de vuestra madre, pero no está en casa.

Si no hubiera problema, y si vuestra madre no fuera como es, lo que hubiese hecho es irnos a mi casa, y cuando tu madre volviese de donde quiera que estuviese, que hubiera recogido a la peque.

Pero como ya me huelo que pondrá problemas, digo: "como no está, llevo a la pequeña a casa de la cuidadora, que también estaba mi chica mayor, y así vuestra madre que pase cuando quiera o pueda a por vosotras...".

Es decir, que tengo a mi pequeña el tiempo justo para la visita del dentista. Llego, no está en casa, pues le dejo con la cuidadora y ya os recogerá.

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Bueno bueno....

Al rato empiezo a recibir mensajes de vuestra madre, que por qué me meto en sus semanas, que por qué el dentista tiene que ser en su semana, que si soy un manipulador, y demás cosas que bueno, casi que no quiero ni acordarme.

Tenéis la conversación en las carpetas... Algún día sacaré tiempo y os las prepararé.

Yo le digo que las citas no las programo yo, las programa la dentista, y a veces las citas caen en mi semana, o en la suya.

Ella no tiene tiempo de llevaros al dentista por su horario de trabajo. Creo que no pasa nada porque os lleve yo...

También dijo que ya no podía preparar el examen de matemáticas con la pequeña, que se encargaba ella, aunque le hubiera pedido permiso días antes para hacerlo, y me hubiera dicho que sí.

Daba igual, el objetivo era hacer daño con todo.

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Imagino qué es lo que sucede... 

Ahora, después de haber estado años de discotecas, acostándose con unos y con otros, de fiestas, de salidas, de líos con otros hombres de las salidas y de internet, ahora parece que el que ha metido en casa a vivir (el segundo que yo sepa), le ha hecho bajar ese ritmo, lógicamente...

Y ahora le entra el pensamiento de que me encargo yo de todo lo importante, y se siente como anulada como madre.

Como si yo quisiera acaparar todo vuestro cuidado, y ella quiere su parte de protagonismo.

Efectivamente, durante los primeros años así fue. Pero es que ella pasaba de todo, solo pensaba en fiestas, borracheras, acostarse con otros, hacerse tatuajes, y más cosas que no sabré, porque solo digo lo que sé seguro que sucedió.

Yo me encargaba de vuestros estudios total y absolutamente. De vuestros estudios, de llevaros siempre al médico cuando lo necesitabais, al dentista, y de las cientos y cientos de horas de juego en la calle, en los parques, buscando siempre vuestra diversión.

Ahora, parece que quiere llevar vida de parejita con el nuevo, y ahora se siente como anulada como madre, y quiere recuperar la sensación de encargarse de algo.

Me parece bien, si yo no digo nada. Si yo he llevado a la pequeña al dentista porque la cita era a las 18:30 h, y ella llega al pueblo sobre las 19:30 h.

Debería considerarlo como algo positivo... pero no, ella ve como que intento quedar por encima de ella, y me dice de muy malas formas que es su semana y que en su semana no me meta.

En fin...

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Evidentemente, no me voy a quedar callado y que me hablen mal, así que le contesto, eso si, siempre guardando un tono educado, distante, y tranquilo, pero le expongo mis argumentos.

Nada... Cada vez sus contestaciones son más agresivas y rabiosas. Hasta que llega a lo de siempre. A amenazar.

Varias veces amenaza con abogados, con juicios, .... en fin, con problemas.

Y la única cosa que le queda, la única, es hacer daño con la única cosa que puede: los viernes tarde noche y los sábados por la mañana que estáis conmigo aunque no sea mi semana.

Como resulta que se siente así, menos madre, y se siente rabiosa (lo que tiene se lo buscó ella, porque tenía una familia y dos hijas, y en vez de centrarse en eso, se fue a vivir la vida, emborracharse y acostarse con otros), lo que busca es hacerme daño. Utilizar lo que sabe que me duele y me hace daño.

Me dice que como soy un mentiroso, un manipulador, un no sé qué.... (increíble, yo es que ni le contesto), que se acabó, y que los viernes se acabaron.

Es decir, OS UTILIZA COMO ARMA PARA HACERME DAÑO.

Eso está muy mal visto, y os hace un daño tremendo.

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Como sabéis, hasta ahora (y van ya 6 ó 7 años, no recuerdo), las semanas que no estáis conmigo, sí que os quedáis conmigo viernes a dormir, y os vais el sábado después de comer.

Era así porque vuestra "madre" (cada vez me da más asco esta palabra) los viernes sale muy tarde de trabajar. Cuando digo tarde es que igual llega a las 9 de la noche.

Y además, el sábado, entra más pronto a trabajar.

Entonces, desde el principio yo le dije, que para que no estuvieseis con la niñera el viernes hasta tan tarde, y que no tuvierais que madrugar el sábado, pues que os quedaseis conmigo.

Así aprovechamos para hacer deberes si los hay, revisar cosas del cole, preparar cosas.. y vernos claro. Así no se me hacía a mi tan larga la semana de estar 7 días sin veros.

Todos estos años no ha habido problema....

Claro, así los viernes también podía salir de fiesta y de discotecas, o quedar con tíos (si, lo sé cierto, incluso llegó a decir que tenía "niñera gratis").

Pero claro, ahora ya no hace eso porque está con el nuevo pin-pin que ha metido en casa, por lo que puede utilizar el quitarnos eso, solo por el simple hecho de hacerme daño.

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Y eso es lo que ha hecho.

Yo, que ya no tengo ganas de seguir con este sufrimiento, con este ataque, y con esta lucha, he decidido, que con todo el dolor del mundo, no voy a hacer nada.

Siempre ha amenazado con hacer esto. Varias ocasiones. Muchas.

Y ahora otra vez, y además lo ha hecho.

Antes he enviado un mensaje a mi chica mayor, y me ha dicho que hoy no veníais porque vuestra madre no quiere.

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Os quedáis con la niñera, o con el pin-pin que tenéis metido en casa.

Y no tengo ganas de llorar más.

No tengo ganas de sufrir más.

También soy persona, tengo dignidad y tengo sentimientos.

No quiero vivir bajo una amenaza constante.

Si algún día vosotras consideráis que tenéis que decir una palabra a mi favor, o decir que lo que me están haciendo no es justo, os estaré agradecido.

Pero tampoco voy a cargaros a vosotras, hijas mías, con la carga de tener que luchar una guerra que no es nuestra.

Vosotras sois unas víctimas más, de la puta mierda esta de situación que nos impuso por su egoísmo la que llamáis madre.

Que ahora reclama ostentar ese orgullo, pero que bien que se lo pasaba por el coño los primeros años del divorcio.

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Así pues, simplemente acepto que no puedo hacer nada.

Que así está establecido, y que así ya no tendrá nada más con lo que amenazarme ni atacarme. Ya no le queda nada que arrebatarme.

Así no alimento la pelea y la lucha. 

Una lucha, que os afecta, que os llega, que percibís, y que sé que os duele.

Me aparto, y dejo que pase la apisonadora por mi lado.

Que os cuide y os entretenga la niñera o el pin-pin.

Teniendo a vuestro padre a escasos metros de donde estáis, con tiempo disponible y con ganas de hacerlo.

No quiero más luchas.

Quiero descansar.

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Buscadme cuando queráis.

Siempre voy a estar aquí para vosotras.

Esperando.

Y tranquilas, sé que no es culpa vuestra.

Vosotras solamente tenéis que ser felices y divertiros.

Es lo que yo quiero para vosotras.

Hoy, será el primer viernes y sábado en 6 ó 7 años que se me prohíbe veros.

No sé qué hacer.

Evidentemente no soporto estar aquí en el pueblo, y saber que hay una barrera invisible de maldad que me impide estar con vosotras.

Tendré que irme.

Iré a Valencia.

Supongo.

No sé.

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Os quiero mucho.

Papá.