(216) Aquella decisión
Aquella decisión lo cambió todo.
O aquella no decisión lo hubiera cambiado todo.
Una semana antes de nuestra boda, con nuestra hija mayor teniendo dos añitos, vuestra madre me engañó.
Salió el viernes del trabajo, y no llegó a casa hasta las doce y media de la noche. Teléfono apagado todo el tiempo.
Cuando llegó, excusas vagas todo el tiempo.
Mi insistencia en conocer la verdad, hizo que confesara.
Había quedado con una expareja suya.
No sé lo que pasó. Y nunca lo sabré.
Lo que sí sé, es que semanas atrás, habían un montón de llamadas y mensajes entre los dos.
Ella salía de trabajar, y lo primero que hacía era llamarle.
Vi las facturas de teléfono con las llamadas registradas, y pude descifrar la base de datos de WhatsApp, cuando al principio se podía.
Le dije que cancelábamos la boda. Se lo dije a toda su familia.
Me pasé una semana llorando todas las noches.
Le pedía explicaciones. Le preguntaba por qué, y no me decía nada. Solo que lo olvidase.
Te miré. Estabas en la trona. Tenías dos años. Ajena a todo.
Pensé que era INCAPAZ de abandonar a mi hija. A mi familia.
Yo era incapaz de dejarte.
Aguantaría lo que tuviera que aguantar, y tragaría lo que tuviese que tragar, pero yo no me iba de tu lado.
Hubo boda.
Y luego nació tu hermana.
Si la decisión hubiese sido marcharme, hoy no tendrías padre, ni hermana pequeña.
Pero me quedé contigo.
Para después, ser echado de la manera más cruel posible.
Da igual.
No me arrepiento.
Lo volvería a hacer.
No podría dejaros nunca.
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