(235) Ser padre

Ser padre.

Ser padre en una época, en la que la figura está tan devaluada que ya ni se celebra en el colegio el "día del padre", ni traéis ninguna manualidad, o tarjeta... Nada. 

Que sólo me busquéis cuando os hace falta algo, o tenéis algún problema...

Ahí tengo yo que dejar todo lo que esté haciendo, para ayudaros. 

Pero si yo, en esas semanas que os echo enormemente de menos y quiero saber cómo estáis, pregunto... No recibir ni una palabra cariñosa o de afecto.

Estoy aquí en este pueblo, rodeado de gente poco estimulante ni cultural ni afectivamente, por vosotras. Porque me necesitáis, y yo os necesito.

Pero da igual. 

No van a poder conmigo. 

Vosotras no tenéis culpa de nada. Yo lo sé. 

Vosotras no tenéis que pensar en cómo estaré yo, y en los esfuerzos que estoy haciendo. Porque lo normal es que un padre esté con sus hijas. Que no quiera estar en otro sitio. 

No sois conscientes del esfuerzo y sacrificio que estoy haciendo estando aquí. Solo. Siempre solo.

Vosotras tenéis que crecer felices. Y para crecer felices, no tenéis que preocuparos por nadie más que por vosotras. Por eso no lo tengo en cuenta. 

Aunque duela, no lo tengo en cuenta, porque no tenéis que preocuparos por algo que no habéis hecho ni vosotras ni yo. 

Por eso, aunque duela, aunque os eche de menos pero no reciba el cariño que necesito, tengo que volverme fuerte, aguantar, resistir. Hacerme fuerte. Seguir. No rendirme. 

Seguir a pesar de todo y de todos. 

No fallaros. 

No hay más. 

Es mi deseo, y es mi deber. 

Y no me voy a rendir. 

Os quiere, 

Papá.