Cartas para mis hijas

Hola hijas mías. Se acerca la semana santa del año 2021. Ayer por la tarde estuve en casa de vuestra madre, porque esta semana no estáis conmigo, pero tenías hoy examen de Castellano, por lo que teníamos que estudiar un poco. Y lo de siempre... Tengo que ver esa casa... mi casa... Tengo que ver y escuchar a vuestra madre... no quiero... Mientras estudiamos, no para de usar el teléfono móvil... le llegan mensajes de voz, de hombres... supongo que serán de la gente con la que queda para ir a la montaña...  Me dice que le diga YA qué días vamos a hacer vuestro cambio de semana, porque ella quiere saberlo, para hacer planes con esa gente... Yo, miro el calendario... y no sé qué contestarle... Yo quisiera que estuvieseis siempre conmigo, pero por otra parte trabajo... Qué asco me da todo esto de los días de intercambio. Es como si nos pasásemos una pelota, y la pelota sois vosotras, hijas mías. Qué asco. No se tienen hijos para esto. Se tienen hijos para quererlos, cuidarlos, y educarlo...

  Hola hijas mías. Hoy, otra vez. No es mi semana. Pero salgo de trabajar, y no puedo evitar, ir a donde estéis para veros. Necesito veros. Sigo sin comprender y aceptar, por qué tengo que pasar una semana sin vosotras, porque alguien, egoístamente, lo decidió. ¿Por qué no puedo ver, estar, y sentir? ¿Por qué tiene que pasar un solo día en el que no os vea? Llego a casa de vuestra madre, y afortunadamente ella se tenía que ir a no sé dónde...  Aprovecho para estar un rato con vosotras. Pero últimamente, mi chica mayor está muy tensa cuando voy, si no es mi semana. Ya sé que te pones así de nerviosa, porque no quieres conflicto ni riña entre tu madre y yo. Pero yo no provoco nada... Siempre que ha pasado algo, ha sido por su forma de hablar y su malicia. A ella le da rabia que yo os vea en sus semanas. Pero es que a mi se me hace muy duro tener dos hijas, y que pasen días y días sin verles. Yo tuve hijas para cuidarlas, para quererlas, para estar. ESTAR. Ella me recrimina que s...

  Hola chicas. Después de un fin de semana de merecido descanso, ya que has tenido 6 exámenes seguidos, uno cada día, ha llegado el lunes, y toca volver: vosotras al cole, y yo al trabajo. La semana pasada, como no estabais conmigo, tal cual llegaba de trabajar a las 19:30, iba corriendo a casa de vuestra madre, a ayudaros con los deberes y exámenes. Hacíamos esquemas, resúmenes, te explicaba el tema, te preguntaba... hacía lo posible. Hago lo que puedo, dentro de esta asquerosa situación en la que nos ha metido vuestra madre. Yo llegaba a casa casi a las 10 de la noche...y al día siguiente vuelta a empezar... pero no puedo dejaros abandonadas con los estudios y con los exámenes, pese a todas las dificultades que nos han puesto. Eres una campeona, y has aprobado todo... enhorabuena. Hoy lunes... lo pensaba.... Es imposible no pensarlo.... Lunes, 8:00 de la mañana. Os llevo a casa de la niñera, porque yo entro a las 8:30 al trabajo, y os tiene que llevar ella al colegio. De camino, ...